HEPOTH continúa con la atención integral del paciente pediátrico trasplantado de hígado

Actualmente son más de 20 niños los trasplantados de hígado, y es por ello que en medio de la pandemia se continúa brindando atención integral por medio de la consulta externa, ofreciendo una atención empática, solidaria y responsable a estos pacientes.

“Un trasplante de hígado es una operación en la que el médico extrae el hígado enfermo del niño y lo sustituye por una parte del órgano sano de un donante”, explicó el doctor Roderick Bejarano, jefe del servicio de gastroenterología y nutrición del Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH) de la Caja de Seguro Social (CSS).

Los trasplantes se hacen cuando el hígado de un niño no funciona bien, y el paciente no podría sobrevivir sin un hígado nuevo, los médicos solo recomienda un trasplante de hígado luego de haber probado todos los tratamientos disponibles para salvar el hígado del niño.

En el primer año luego de ser trasplantados, deben tomar muchos medicamentos posoperatorios para evitar infecciones oportunistas tanto virales como bacterianas, llevan un proceso con inmunosupresores porque permiten que el hígado se adapte a ese nuevo cuerpo.

Uno de los problemas más frecuentes después de un trasplante es el rechazo, cuyo órgano es donado en su mayoría por su madre, padre, tío o abuelo, o sea un donador vivo relacionado. Esto ocurre porque el cuerpo no reconoce al hígado donado como propio y no sabe que está allí para que el organismo funciones mejor, por lo tanto el sistema inmunitario intenta atacarlo.

El primer trasplante de hígado se realizó en marzo del año 2007 en Buenos Aires Argentina.

Debido a su complejidad, luego de una evaluación en el HEPOTH, al paciente se le traslada a Cali, Colombia; donde se lleva a cabo la intervención. Posteriormente se le da continuidad con medicamentos para evitar infecciones.

Existen medicamentos que están establecidos para que todos los pacientes lo tomen sin distinción, son los llamados inmunodepresores o medicamentos antirechazo, los que evitan este tipo de reacción; al mismo tiempo, en los niños más vulnerables, previenen que contraigan infecciones los días posteriores a la operación.

En la actualidad, se ha realizado una coordinación efectiva entre el licenciado Alejandro Vernaza, jefe del Laboratorio Nacional de Trasplante, ubicado en el Complejo Hospitalario «Dr. Arnulfo Arias Madrid» (CHDr.AAM) de la CSS, y la licenciada Sonia Aguilar , jefa del laboratorio clínico, para la toma de muestras de sangre en la consulta externa de esta unidad ejecutora.

Como parte del proceso que se lleva a cabo, se trasladan las muestras al Laboratorio Nacional de Trasplante, para medir los niveles de tacrolimos (principal medicamento inmunosupresor) para continuar con la evaluación y evitar complicaciones en estos pacientes.

“Muchos de nuestros pacientes se encuentran en el interior del país (Veraguas, Coclé, Herrera y Los Santos) la programación que se tiene con ellos es que se dirijan al laboratorio clínico del Hospital «Dr. Rafael Estévez», en Aguadulce; el último martes de cada mes, para brindarles el servicio y ver los niveles del medicamento, para programarles la dosis adecuada a cada uno de estos pacientes”, explicó Bejarano.

No siempre los niños están atendidos en el HEPOTH; hay gastroenterólogos en el Hospital José Domingo de Obaldía y en el Hospital del Niño, que por ser esta una patología que causa una condición delicada en el paciente, se distribuyen en los hospitales para brindarles una mayor y mejor atención.

“En un esfuerzo conjunto del Ministerio de Salud y la CSS, se avanza, en este momento, en un proyecto para que los trasplantes en niños sean realizados en nuestro país. Por otro lado, estos niños serán los primeros beneficiados con la teleconsulta que se realiza en el Hospital de Especialidades Pediátricas”, finalizó Bejarano.

Nota: Giovanna Rodríguez Cáceres
Fotos: Alberto Velarde