Conozca cuándo se debe acudir al cuarto de urgencias de un hospital de tercer nivel

Es muy común ver que muchos de los casos en urgencias no ameritan una atención de este tipo. Así lo explica la doctora Sofía Grimaldo, pediatra y jefa del servicio de urgencias del Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH) de la Caja de Seguro Social (CSS).

Explicó que solamente se debe acudir a urgencias de un hospital de tercer nivel como el HEPOTH, en casos en los que verdaderamente la vida del paciente esté en riesgo. Una fiebre leve, por ejemplo, no amerita una visita a estas instalaciones.

Entre los casos más comunes que se ven en urgencias de esta unidad de salud destacan los niños resfriados, diarreas, problemas respiratorios y otros problemas gastrointestinales; la mayoría, problemas que se deberían ver en un centro de salud o una policlínica, o sea casos para una instalación de segundo nivel.

La Dra. Grimaldo reiteró que solamente en casos de gravedad es que se debe llevar al paciente pediátrico a una sala de urgencias de tercer nivel como lo es el HEPOTH.

Para facilitar la atención de urgencias, se usa una clasificación denominada “triage”.

El “triage” realmente sirve para clasificar la urgencia y por ende la prioridad en atención de este tipo.

La clasificación de uso mundial en el servicio de urgencias sirve para ayuda a catalogar al paciente de acuerdo a la gravedad de su morbilidad. Aunque comúnmente se conocía esta clasificación usando los colores verde, amarillo y rojo, realmente empieza usando el color azul.

El color azul es la clasificación para pacientes cuya situación no amerita una atención inmediata, por ejemplo un niño con una dermatitis.

Los pacientes catalogados como verdes son casos similares a los azules y  son aquellos que pueden esperar hasta 4 horas para atención y se pueden atender en un segundo nivel.

El amarillo es una “urgencia relativa” es un paciente que puede esperar, pero hay que estarlo monitoreando para que no pase a convertirse en nivel naranja.

Los pacientes naranja son una urgencia grave como una dificultad respiratoria o algún problema debido a un accidente.

El clasificado como rojo es el paciente que debe ser atendido de inmediato para evitar su muerte inminente. Los paros cardiorespiratorios, por ejemplo, entrarían en esta clasificación.

Debido a la pandemia, se han tomado medidas como la separación de pacientes. Los que son sospechosos de COVID-19 se atienden en un área alejada de los que tienen otras patologías.

Además del “triage” tradicional se les hace uno especial a los pacientes con sospecha de COVID-19.

La especialista considera que muchas veces los padres de familia llevan a sus hijos a urgencias debido a una respuesta “cultural” hacia las enfermedades o alegan que de los centros de salud los envían hacia el hospital, sin una razón clara.

También podría darse el caso de que los padres de familia consideran que la atención de un pediatra es más rápida en un hospital que en una policlínica o centro de salud.

Todo paciente debe acudir a su centro de salud o policlínica más cercana. Si allí ven necesario el traslado a un hospital debe hacerse la referencia respectiva.

Muchas veces esta situación crea saturación en la atención de urgencia con casos que realmente no ameritan la misma.

La doctora Grimaldo recomienda a los padres de familia que acudan a su policlínica o centro de salud más cercano. Dependiendo de la condición del paciente incluso ir a urgencias de una instalación de segundo nivel (policlínica o centro de salud).

En casos de fiebre leves con estados generales normales, un paciente pediátrico puede atenderse perfectamente en una instalación de segundo nivel.

Solamente en casos de urgencias notorias como convulsiones por primera vez, un trauma debido a un accidente donde el paciente pierde la conciencia o tenga dificultades respiratorias graves y se aprecie que el paciente sufre coloración azulada, se deben acudir a un hospital de tercer nivel como el HEPOTH.

En el caso de fracturas debido a accidentes, si es en horas de la noche, entonces sí es recomendable su traslado a urgencias de un hospital, pero si es durante horas hábiles puede acudir a la sala de urgencias de una instalación de salud de segundo nivel como una policlínica; y si lo ven necesario, de allí lo envían a un hospital de tercer nivel luego de estabilizarlo.

En las policlínicas hay ortopedas para este tipo de casos, indicó la pediatra.

Actualmente, el tiempo promedio de espera en la sala de urgencia del HEPOTH de un paciente en categoría amarilla es de media hora, los clasificados verdes se les atiende en aproximadamente 25 minutos y los categoría azul también media hora.

Los pacientes con clasificaciones naranjas y rojos se les atiende inmediatamente.

Desde su llegada hasta la evaluación por el “triage”, se estima en promedio un tiempo de espera de relativamente corto.

El promedio mensual de pacientes atendidos en el cuarto de urgencias del HEPOTH se calcula en 1 500 a 1 600 pacientes al mes.

Nota y fotos: Alberto Velarde