Enfermería neonatal del Hospital Irma de Lourdes Tzanetatos y el COVID-19

Con más de 6 millones de casos de COVID-19 en todo el mundo, la proporción de neonatos con la enfermedad es aún baja. Además, la COVID-19 neonatal parece adquirirse después del nacimiento, aunque no está descartada la transmisión vertical (madre-hijo), según investigaciones de la organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, es necesario contar con protocolos establecidos al momento de la atención de los neonatos; es decir, un sistema de apoyo con prácticas seguras, que incluyen aislamiento adecuado del paciente, equipo de protección personal y uso de los dispositivos de ventilación invasiva o no invasiva, además de la orientación al familiar.

De manera que todo el personal de salud tome mejores decisiones, al brindar el cuidado,  mejorar el futuro del neonato y así mismo mantener la protección y seguridad del equipo de salud, sostuvo la Lcda. Betsy Cartagena, coordinadora de Enfermería de la unidad de cuidados intensivos de neonatología del Hospital «Irma de Lourdes Tzanetatos» (HIDLT).

La atención de enfermería es ardua, la tasa de mortalidad de esta especialidad es baja en comparación con otros servicios, y es un trabajo en equipo, formado por médicos, enfermeras, técnicos de enfermería y servicios de apoyo, dijo Cartagena.

“Durante el año en que se decretó la alerta sanitaria, se presentaron cuatro escenarios distintos, por lo que tuvimos que prepararnos como equipo de trabajo y en la dotación del servicio que brindamos a estos niños”.

Estos cuatro escenarios, específicamente con pacientes COVID, fueron:

  • Madre que es COVID positiva: Por ser este un hospital libre de COVID, es trasladada al Complejo Hospitalario, mientras su recién nacido permanece en el HIDLT atendido por el equipo de enfermería neonatal.

Refiriéndose a los bebés,  Cartagena explicó que estos pacientes de madres COVID positivas o con sospecha, son observados y, luego de 24 horas, son hisopados; hasta tener los resultados serán ubicados con la población de bebés sanos (de ser negativa la prueba) o los mantienen en el área de aislamiento en el caso de que el infante sea positivo por COVID-19.

Afortunadamente, no hay resultado positivo de ningún bebé.

  •   El neonato tiene salida a su casa y se contagió por contacto con su familiar: Ese bebe regresa al hospital y es recibido por la enfermera, quien le brindara todos los cuidados y cuando el neonato ha pasado su etapa aguda, ofrecerán a la madre y al padre toda la orientación para un mejor manejo del niño en casa, pero de presentar problemas respiratorios o mucosidad excesiva, la cuarentena será por 15 días.
  • La madre resulto ser positiva, mientras que el bebe está sano: Este no se puede ir a casacon su mamá positiva.

Aquí interviene personal de trabajo social quien investiga si existe un familiar que se pueda hacer cargo del bebé mientras la madre culmine su cuarentena.

En este caso, la madre será instruida sobre la importancia de la lactancia materna, y los cuidados que tendrá que cumplir para evitar el contagio ya que esta pandemia no impide que se cumpla con la lactancia materna y los demás procesos contenidos en esa relación madre- hijo siempre y cuando cumpla con las normas de bioseguridad.

  • El bebé hospitalizado por algún tipo de enfermedad, se contagia de coronavirus dentro de la instalación, situación que hasta el momento no se ha presentado, es decir, no se ha registrado contagio intrahospitalario, «pero tenemos que estar preparadas», explicó Cartagena.

Desde el año pasado (2020) se ha implementado la identificación de los pacientes colocando un color  naranja en su tarjeta, que significa que ese paciente fue hisopado, sospechoso o positivo, para garantizar la vigilancia y respectivo seguimiento, en caso de que presente síntomas, y así dar la alerta.

La neonatología es una especialidad que enamora, el personal que trabaja en este servicio hospitalario posee alta sensibilidad humana,  en particular la enfermera neonatóloga, pues está comprometida de una manera especial con el neonato, quien por su fragilidad no pide ni exige, y es solo gracias al amor a estos pequeños y a la profesión, lo que permite a las enfermeras neonatólogas obtener buenos resultados.

Nota / Fotos: Zoraida Sánchez