Capacitación en “Cuidado de ambiente seguro en el prematuro”

En los últimos tres meses del presente año, 300 trescientos niños prematuros se han atendido, manejando a diario a diez neonatos y se viene reflejando un alto índice de ello, en comparación al 2019, donde se registraba la mitad de estas atenciones,  reveló un informe del Programa de Alto Riesgo Neonatal del Hospital “Irma de Lourdes Tzanetatos, ubicado en el corregimiento de Tocumen”.

La Lcda. Catherine Bringas, especialista en estimulación temprana y coordinadora de esta especialidad en el servicio de Neonatología y Alto Riesgo de esta unidad ejecutora, indicó que ante el aumento de casos, es importante conocer la importancia de la especialización en el área del servicio de neonatología, en el cual se le brinda el seguimiento al prematuro en su neurodesarrollo.

A través de ella, se busca prevenir y detectar futuras secuelas y mitigar a su vez posibles alteraciones neurológicas, debido a que los avances de la terapia neonatal, han logrado optimizar el neurodesarrollo, explicó la Lcda. Bringas.

Es por ello, que se organiza docencia de actualización continúa a su personal del Programa de Alto Riesgo Neonatal de este nosocomio con temas como “Adaptación neonatal al medio ambiente”, lo que garantiza el desarrollo y adaptabilidad en el mundo del prematuro durante las primeras semanas de vida.

Según la especialista, es primordial tener claro, que en este caso, el medio ambiente es todo lo que rodea al niño, ya sea en el área de cuidados intensivos, intermedios, mínimos o el “Programa de Niño Sano” desde el equipo multidisciplinario con conocimiento, habilidades y aptitudes para la atención del neonato crítico.

Destacó que es importante contar con un equipo especializado, como lo son las incubadoras que combinan el microclima que necesitan los neonatos para desarrollarse con la ergonomía, la accesibilidad y la movilidad necesaria dentro de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.

Así como solidificar la relación entre madre e hijo que por ser prematuro, la mayoría de estos pasan más de 60 días en una incubadora, pero  sienten y a la vez se estresan.

Por ello, requieren de ese calor maternal que no disfruta al cien por ciento, por estar hospitalizado.

En tanto, la Lcda. Nuria Gálvez, especialista en nuerorehabilitación pediátrica y terapeuta ocupacional del Programa de Alto Riesgo de este centro hospitalario, manifestó que esta especialidad estudia las características individuales del neonato y establecer su perfil sensorial y la atención se da en la evaluación del tono postural, reflejos, patrones de movimientos y respuestas a la manipulación.

Además como esta atención influye en el óptimo desarrollo del bebé.

Debido a que estos prematuros además de presentar alteraciones antes de nacer, pueden mostrar también antecedentes maternos, sindromicos, enfermedades propias del neonato, condiciones médicas de menor complejidad y de alta y mediana complejidad (recién nacido que requiere oxigenoterapia, con inestabilidad cardio-circulatoria, con apneas severas, con alimentación parentenal) e inferiores que pongan en riesgo la vida del recién nacido como (meningitis, sepsias, entre otras).

Por lo que se utilizan técnicas en la atención del neonato como la integración sensorial con lo que se podrá mejorar la calidad de vida de ese bebé.

La integración sensorial, basada:

Subsistema autonómico:

  • Frecuencia cardiaca
  • Respiratoria
  • Pigmentación de la piel

Sistema motor:

  • Postura
  • Tono muscular

Sistema Estacional organizacional

  • Estado de sueño
  • De alerta
  • De vigilancia

También se programan actividades de capacitación para que los padres aprendan sobre la importancia de la alimentación, del sueño y básicamente sobre la conducta del prematuro.

Sobre todo el equipo de salud inculca a los padres sobre el cómo hacer estas actividades un poco placenteras y ayudar a que el desarrollo del bebe se dé, comenzando a trabajar en la conducta, la parte cognitiva y la parte muscular, en su neurodesarrollo, basado en lo que es la postura, vigilancia de la frecuencia cardiaca, la saturación del oxigeno, entre otras técnicas.

Nota y fotos: Zoraida Sánchez