COVID-19 en edades pediátricas​

El nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ​como una emergencia en salud pública de importancia internacional. Según la base de datos de vigilancia mundial de esta organización, del 1% al 7% de los casos de COVID-19 ocurren en niños, con relativamente pocas complicaciones en relación con otros grupos etarios.

El Dr. Iván Wilson, pediatra de la Policlínica “Dr. Carlos N. Brin”, del corregimiento de San Francisco, manifestó que los niños tienen la misma probabilidad que los adultos de infectarse, aunque en su gran mayoría son asintomáticos o pueden presentar síntomas leves o moderados, los cuales pueden ser indistinguibles, de los de otras afecciones virales, e incluyen:

·         Fiebre

·         Tos

·         Dolor de garganta

·         Malestar general

·         Congestión nasal

·         Náuseas

·         Vómitos

·         Diarrea

Hay un grupo de pacientes con condiciones crónicas de fondo, los cuales son susceptibles a complicaciones, para los que se debe solicitar atención médica ante la aparición de los síntomas antes mencionados.

Recientemente, se han presentado informes sobre niños que han desarrollado una condición llamada “Síndrome inflamatorio multisistémico”,  que podría estar ligado a la COVID-19.

De manera que se debe solicitar atención médica de inmediato si su hijo presenta los siguientes síntomas:

·         Fiebre persistente de más de 38°C.

·         Dolor de estómago, diarrea o vómitos.

·         Erupciones cutáneas.

·         Ojos rojos.

·         Dificultad respiratoria.

·         Decaimiento excesivo.

·         Dolor torácico.

·         Cambios en la coloración de la piel.

Hasta la fecha, no hay evidencia de que infecciones como las causadas por la COVID-19 se transmitan de la madre al bebé a través de la leche materna; inclusive, el bebé puede continuar tomando leche materna y compartir la habitación con la madre, aunque esta tenga un resultado positivo de COVID-19, siempre y cuando su condición de salud así se lo permita, explicó el Dr. Wilson.

Diversos investigadores y sociedades científicas, incluyendo la Sociedad Panameña de Pediatría, recomienda el uso de mascarillas a partir de los dos años de edad.

En niños de dos a cinco años, que no toleren la mascarilla o no la puedan utilizar en forma adecuada, se recomienda reforzar las otras medidas preventivas (lavado de manos y distanciamiento físico).

En relación al retorno a los centros de atención integral (guarderías, maternales), se debe cumplir con medidas de bioseguridad, con las cuales se garanticen condiciones para preservar la salud, tanto del menor como la de los cuidadores o adultos responsables.

Cada escenario debe evaluarse en forma individualizada, tomando en cuenta algunos factores, como el espacio físico, el número de niños vs el número de cuidadores, los recursos necesarios indispensables para la higiene (agua, jabón, papel toalla, gel alcoholado), garantizar la utilización de mascarillas y el distanciamiento físico.

De igual forma, los padres deben mantener una estrecha comunicación con los cuidadores, en cuanto a la detección de casos positivos en sus hogares, y evitar enviar a los niños a estos centros si tienen síntomas sugestivos de la enfermedad.

“Tomemos este tiempo, como una oportunidad que tenemos como padres, de compartir con nuestros hijos, reforzarles buenos hábitos de salud e higiene, comunicación más efectiva, disfrutar de su compañía y demostrarles el inmenso amor que sentimos por ellos”, concluyó el Dr. Wilson.

Nota: Jean Carlos González-Remond