Elegí ser introvertido

Todas las personas tienen rasgos que las diferencian de los demás y que las hacen afrontar la vida de un modo u otro. Comprender esta actitud es muy importante para los padres, ya que de ello dependerá el poder comprender  a sus hijos y por qué se comportan de una manera u otra ante determinadas circunstancias.

El primer Día Mundial del Introvertido se celebró el 2 de enero de 2011 y fue  creado por la psicóloga y escritora, Felicitas Heyne, la cual consideró que el 2 de enero era la fecha perfecta, ya que las vacaciones, que pueden ser agonizantes para los introvertidos, por fin han terminado y ya no están obligados a socializar y hacer planes.

Los introvertidos pueden simplemente recargarse y disfrutar de la paz y la tranquilidad, estado que solo ellos disfrutan, como algo que necesitan hacer.

La Lcda. Marissel Barrios, psicóloga de la Caja de seguro social, define a una persona introvertida como una persona que  centra su interés  en las actividades personales, preferencias por hacer cosas solo, no le gustan las multitudes, tiene pocos amigos y conocidos, poca participación en eventos sociales, lo interior es prioridad para ellos.

Agregó que este tipo de personas tienden a ser muy reflexivas, por lo que la mayoría de las cosas las hacen bien pensadas, son observadores y es poco probable que digan cosas inadecuadas o fuera de lugar, suelen ser muy sensibles en cuanto a los comentarios u opiniones de los demás hacia ellos.

Igualmente, señaló que  son muy calladas, con poca relación social, que están mucho tiempo en casa, muy apáticos, sin interés a ninguna aventura.

Indicó, además, que no necesariamente una persona introvertida puede sufrir de depresión, pero sí pueden ser más reservados, reprimir mayormente sus sentimientos y emociones, son  más irritables por la falta de exteriorizar sus frustraciones.

Por otro lado, señaló diferencias entre  la timidez y la introversión, pues la primera se da más por el miedo a enfrentar situaciones que les incomoda o les genera mucha angustia;  mientras que la introversión es más una preferencia que no necesariamente implica angustia o ansiedad.

Un ejemplo de esto es que una persona tímida evade un lugar por el temor, la angustia que le genera el ir a un lugar donde no conoce a todo el mundo o gente con la que se relaciona poco, mientras el introvertido decide no ir porque prefiere estar en casa, pero coinciden en que ambos evitan la interacción social, indicó.

“Vivimos en una sociedad  en la que se la otorga  mucho valor a la interacción y ya pensamos que el ser introvertido es algo malo, pero esto no es s un problema,  simplemente es algo que debemos aceptar, puntualizó la Lcda.  Barrios”

 Nota de prensa: Yovira Walcott Muñoz