Cuidado con la exposición prolongada al sol

Llegó la estación seca y con ella los paseos a la playa y al aire libre.

Como fuente de vitamina D, el sol es indispensable para estar saludable, interviene en nuestro estado de ánimo, nos da felicidad y contribuye en la concentración y absorción de calcio en los huesos.

La carencia de vitamina D, trae consecuencias: raquitismo en los niños y osteomalacia en adultos.

Pero tomar mucho sol también tiene efectos adversos y visibles: quemaduras, manchas, arrugas prematuras, salpullidos y los no visibles como el cáncer de piel.

El Dr. Lesly Bulgin, médico en la Unidad Local de Atención Primaria en Salud (ULAPS), San José, explicó la importancia de protegerse de los rayos del sol que alcanzan niveles más elevados durante la estación seca.  En Panamá esta se da entre los meses de diciembre y mayo.

Por la disminución de la capa de Ozono existe un riesgo mayor de recibir en gran medida los rayos ultravioletas, que ponen en evidencia trastornos producidos por la exposición directa al sol.

Comenta el galeno que conviene evitar estar ante los rayos ultravioletas entre las 10:00 a.m. y 4:00 p.m. ya que en ese horario cuando son más potentes sobre todo durante la estación seca.  

Las personas deben ser cuidadosas hasta con el reflejo de los rayos que rebotan en la superficie del agua, arena y pavimento, porque ellos también generan quemaduras.

Lesly Bulgin, médico

Diferencia entre insolación y golpe de calor

La insolación y los golpes de calor son producto de la exposición excesiva al calor aunque las dos parecen poseer las mismas características, no  son iguales.

Señala el Dr. Bulgin que ambos estados involucran la temperatura del organismo sin embargo, la insolación tiene que ver más que nada al exponerse de manera prolongada al sol.

¿Qué hacer?

La insolación es un golpe de calor leve, no suele ser grave pero sí deben seguirse ciertas medidas de prevención, por ejemplo:

·         Buscar sitios con sombras donde el calor no sea agobiante.

·         Tomar mucha agua o bebidas rehidratantes que contribuyen a restituir las sales que se han perdido por el sol.

·         Colocarse compresas o paños húmedos en la frente y nuca para normalizar la temperatura que se ha elevado. La temperatura del cuerpo humano oscila entre 36.1 y 37.8 ° C.

·         Utilizar ropa holgada, sombreros de ala ancha para proteger el rostro de quemaduras.

·         Aplicarse protectores solares constantemente.

·         Velar porque los niños no estén expuestos al sol por largo tiempo, la piel de los pequeños es muy delicada y sensible a padecer quemaduras serias.

Entre los síntomas observables en una insolación, según indica el médico están: mareos, agitación, desvanecimiento, presión arterial baja, calambres, mucha sudoración; en bebés hay irritación en cuello, pecho, axila, área del pañal por el sudor.

Por otra parte, en un golpe de calor el cuerpo llega a alcanzar temperaturas de 40°C y es un trauma ocasionado por el exagerado incremento de la temperatura en el organismo, ya sea, por tomar mucho sol o por excederse en la práctica de ejercicios físicos o trabajos extenuantes, indicó el doctor.

“El cuerpo se deshidrata de forma violenta y es una condición muy grave que causa de muerte en muchos casos si no se da tratamiento de inmediato, un golpe de calor sin la debida atención llega a lesionar el cerebro, el corazón, y otros órganos internos,” indicó el Dr. Bulgin

Una persona que sufre golpe de calor manifiesta la siguiente sintomatología: confusión, cambios en el comportamiento y dificultad para hablar, náuseas y vómitos, pulso acelerado, fiebre de 40°C, piel enrojecida, cefalea, respiración dificultosa.

Si una persona muestra algún síntoma, es necesario que acuda de manera inmediata a urgencias para recibir atención, resaltó el médico.

Nota de prensa y foto: Edda Nereira