Confíe en usted, ¡valórese!

La gran cantidad de tareas de la escuela, las actividades extraescolares y presiones sociales, son situaciones estresantes que pueden generar un estado de ánimo negativo o depresivo en el adolescente.

Esta baja autoestima repercute en inseguridad, soledad y  falta de confianza. Afecta la forma en que interactúan  con el ambiente que los rodea, la forma como piensan y sienten, por lo que el joven puede llegar a adoptar un patrón de comportamiento negativista, hostil y, en algunos casos, mostrar enfados o desobediencia, durante los primeros años de la adolescencia.

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María  es una joven de 15 años que padece de baja autoestima, indica que  en múltiples ocasiones se siente insegura,  pospone los trabajos y los estudios en algunas materias porque siente  miedo y  prefiere demorar  lo que, según ella, va a hacer mal; ya que, de tanto pensar que las cosas le van a salir mal, las realiza mal.

«Para qué voy a estudiar si voy a salir mal, no sirvo para la escuela, no sirvo para estudiar», fueron las palabras con que la joven María iniciaba la entrevista; al tiempo que se comparaba con otras personas, agregando que nadie la comprendía, por lo que no participaba en clases, cuando así se lo pedían; aunque contradictoriamente, profesores y compañeros la ven como una persona inteligente y capaz.

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Opinión clínica

«Los adolescentes suelen sentirse inadecuados, porque hay muchos cambios en esa época de sus vidas, tienen nuevos cuerpos y mentes. Su desarrollo físico, las relaciones con los amigos y con familiares; todo va cambiando tan rápido que no tienen la capacidad de adaptarse en el momento, lo que les genera la carencia de una buena autoestima», señaló la Lcda. Marissel Barrios, psicóloga de la Policlínica San Juan De Dios, de la provincia de Los Santos.

Cuando el adolescente tiene pensamientos disfuncionales, o negativos, que lo llevan al bloqueo y al “no puedo”, recomienda  trabajar con los adolescentes de forma adecuada, para que  tengan  pensamientos funcionales, positivos y que se adapten a las circunstancias, para que puedan manejar de mejor manera las situaciones.

Marissel Barrios, psicóloga

De igual forma, recomendó que los padres permitan al chico expresarse, que practiquen la escucha activa; y así  permitirles exteriorizar lo que sienten, para fomentar la confianza en las habilidades propias. Darles mucho amor les generará mucha seguridad; además, es importante incentivarlos con elogios sobre las cosas buenas que hacen, para conseguir un adolescente más empoderado.

Nota: Yovira Walcott Muñoz

Foto: Pixabay