Primer día de clases, como sobrellevarlo

El acompañar al niño el primer día de clases es un evento emotivo, en el que  los padres, como los estudiantes,  se ven afectados por el apego que se presenta en ambas vías, sobre todo si se trata del primer hijo.

La Lcda. Soledad Sierra Duque, psicóloga de la Policlínica “Dr. Miguel Cárdenas Barahona” de la Caja de Seguro Social (CSS) en Las Tablas,  provincia de Los Santos, indicó que la tensión y el  estrés que refleja el niño, viene de las emociones que tanto el padre como la madre proyectan al estudiante, por ello es importante que este momento sea lo más calmado y relajado posible.

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Recomendó a los adultos, calmarse, relajarse, pensar positivamente sobre el salto tan importante que van a dan a dar sus hijos, al empezar el primer día de clases, por lo que es vital prepararlos previamente.

Es de ayuda llevar al niño días antes a la escuela, mostrarle de ser  posible, donde estará su salón, que vea el área de juegos, conozca a la maestra, sepa que va a estar acompañado de otros niños, que se va a quedar por un tiempo allí y luego, irá a casa.

Soledad Sierra, psicóloga

Karla, su primer día de clases

Tanto mamá como papá, abuelos y tías, estaban preocupados por cómo iba ser el desenvolvimiento de la pequeña Karla, que desde su nacimiento, estuvo rodeada de adultos.

Su madre, la señora Muñoz, quien hábilmente supo utilizar la madurez de la niña y todos los días, le iba relatando todo lo que podía encontrar en  la escuela para niños, despertando en ella, el interés en conocer las instalaciones y sus nuevos amigos.

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Llegó el gran día y todos aunque nerviosos, demostraban una gran serenidad, su padre quien en ningún momento se quitó los lentes oscuros porque la niña descubriría que tenía los ojos con las lágrimas casi afuera, la mamá con una sonrisa que casi le dolía la cara,  las tías y abuelos, viendo desde lejos la escena, y la niña que demostraba que conocer la escuela ahora con niños era aún mejor, al punto que según narra la madre de Karla, está casi los hecho del plantel.

La preparación previa es esencial

“La preparación y las actividades previas, como clases de danzas, deportes, música, son espacios o momentos en los que el niño comparte con otras personas y le ayuda a separarse un tanto de sus padres, acostumbrándose a estos cambios, que son una transición en el ciclo de la vida; el estar en casa con las personas conocidas o adultos, ahora va a estar con nuevas personas”, indicó la psicóloga.

En esta fase, los que se encuentran nerviosos, son los padres, que con su actitud y los comentarios como, “no te preocupes, no te va a pasar nada, aquí vas a estar bien”, quedando el niño tenso, por el contrario si le habla y lo ve que está en calma el niño, percibirá que nada sucede”.

Destacó que usualmente en la mayoría de los casos tiene más que ver en la manera que como los padres están viviendo esta experiencia y muchas veces,  cuando hay un tercer hijo, este se dirige tranquilamente al aula de clases, con un semblante que demuestra que nada está pasando, ya que ya los padres se acostumbraron a ese proceso.

Como debe manejarlo el educador

“Vale la pena aclarar que los educadores, sobre todo los que atienden pre escolar están capacitados para poder manejar este tipo de situaciones, si el educador no tiene el entrenamiento, es importante que reciba la preparación necesaria, busque la orientación y la información de cómo trabajar con niños que le cuesta desapegarse de la mamá”, manifestó la Lcda. Sierra Duque.

El educador tiene que analizar cómo se siente al ver que el niño llora y no quiere quedarse en la clase, debe manejarlo para poder sentirse tranquilo y propiciar que el estudiante se adapte al contexto escolar.

Nota: Yovira Walcott Muñoz

Fotos: Cortesía de la Familia de Karla