Recomendaciones para evitar el síndrome del cuidador

La persona que se encarga de asistir y velar por la comodidad y bienestar de un paciente que, por alguna enfermedad o condición crítica severa, se ve obligada a permanecer postrada (generalmente hijos, esposas, padres), frecuentemente padece del síndrome del cuidador.

La Lcda. Carmen Ariza, psicóloga en la Unidad Local de Atención Primaria en Salud (Ulaps), Sra. Lastenia Canto Solís, ubicada en el distrito de Capira, explicó que este síndrome se caracteriza por la manifestación de cansancio y agotamiento debido al estrés al que se ve sometido por la atención constante a un paciente encamado.

Comentó que existe el cuidador formal que es quien recibe un salario por los servicios profesionales que brinda, por otro lado, está el cuidador informal que es casi siempre un familiar cercano que no obtiene ningún tipo de remuneración económica, este último presenta visibles “bajones emocionales y físicos”.

La psicóloga mencionó que no es fácil tratar todos los días, generalmente, en horarios extendidos a una persona dependiente para su sobrevivencia, “hay pacientes encamados que necesitan que los movilicen cada cierto tiempo o que les ajusten el soporte vital para continuar su vida, esto resulta extenuante tanto física como mentalmente para el cuidador, por eso es recomendable que sean varios para una mejor atención”.

Enumeró las características que se ven en un cuidador extenuado y agobiado por la carga:

  • Insomnio
  • Depresión
  • Inapetencia
  • Desinterés por cosas de importancia
  • No hace vida social
  • No realiza actividades físicas
  • Descuida su aspecto personal
  • No siente deseo de desarrollar ningún tipo de tarea
  • Cambios de humor
  • Elevados niveles de estrés y ansiedad.

Indicó que el cuidador debe seguir una serie de reglas para su autocuidado y mantener su estabilidad personal primero para poder dar lo mejor de sí a otra persona.

Aconsejó compartir las tareas con otro, “cuidar de un familiar o persona encamada, no resulta sencillo, comparta esa responsabilidad con otros, por ejemplo: armar horarios de atención para que sea más fácil la atención al paciente.

También mencionó la importancia de dormir suficiente, “hágalo”; tome tiempo para salir de casa, mantenga sus relaciones interpersonales y lleve a cargo sus propias tareas, relájese; esté claro que su familiar o a quien asiste requiere de cuidados por lo que es mejor que sea realista y los acepte.

Nota de prensa: Edda Nereira

Foto: Pixabae