Ambientes Sanos en el Hogar para el Bebé Prematuro
La licenciada Lizbeth Bedoya, enfermera pediátrica y encargada del módulo central de consulta externa de neonatología, destaca la importancia de un entorno adecuado en casa para el bienestar de los bebés prematuros.
Bedoya enfatiza que los niños prematuros requieren cuidados específicos debido a su vulnerabilidad y a temas de salud no resueltos que deberán tratarse a largo plazo.
Un aspecto crucial es la regulación de la temperatura en el hogar. Los bebés prematuros son especialmente sensibles a los cambios de temperatura, por lo que es necesario evitar tanto el frío excesivo como el calor.
Bedoya explica que se debe instruir a los padres para que estén alertas a cualquier síntoma de deterioro en la salud del bebé, lo cual puede requerir intervención médica urgente.
La enfermera resalta que, en un país tropical como Panamá, los niños prematuros están expuestos a virus y bacterias que podrían agravar su situación.
El cuidado del ambiente en casa puede marcar la diferencia entre una recuperación estable y el riesgo de reingresos hospitalarios debido a complicaciones respiratorias o infecciones.
Según Bedoya, la revisión del entorno familiar y social del bebé es parte integral del seguimiento en consulta. Ella menciona que en muchos casos, problemas respiratorios y dificultades de adaptación del bebé en casa se deben a factores ambientales.
Con pequeñas intervenciones y orientación en el hogar, los padres logran crear un ambiente más seguro, lo cual contribuye notablemente a la mejoría del prematuro.
Los ventiladores (abanicos), muy comunes en Panamá, requieren una atención especial. Bedoya recomienda una limpieza frecuente, al menos cada dos días, para evitar la acumulación de polvo, y si es posible, el uso de aire acondicionado a temperatura moderada. Además, recalca que la limpieza de la habitación del bebé debe realizarse sin productos químicos fuertes y en ausencia del menor.
Otro aspecto a considerar es la decoración de la habitación. La tendencia de sobrecargar el espacio del bebé con accesorios, muñecos y frazadas no es beneficiosa, ya que acumula polvo y facilita la presencia de ácaros.
Bedoya sugiere reducir estos elementos y restringir el acceso de mascotas al espacio del bebé, al menos mientras el prematuro fortalece su sistema inmunológico.
Por último, la licenciada Bedoya subraya que los bebés prematuros, aquellos nacidos antes de las 37 semanas, necesitan un cuidado ambiental enfocado en su salud respiratoria.
Gracias al seguimiento en las citas médicas, el personal de salud puede detectar y tratar posibles problemas que podrían afectar su desarrollo, ayudando a los padres a entender la relevancia de estos cuidados en la estabilidad del niño.
Nota/fotos/ video Blanca Peralta de Farrugia