Elizabeth Herrera: testimonio de esperanza
Elizabeth Herrera recuerda el momento en que su vida cambió radicalmente, fue en diciembre de 2023 cuando recibió la noticia que nadie quiere escuchar: un diagnóstico de cáncer cervicouterino.
«Lo que sentí fue horrible», confiesa Elizabeth, «pensé en la muerte, en que no vería a mi hija de 16 años crecer, ni compartiría más con mis seres queridos.
Su oncólogo le explicó que el cáncer no es sinónimo de muerte y que siguiendo las indicaciones médicas al pie de la letra, podría tener una oportunidad.
Así, Elizabeth enfrentó los desafíos que venían con las quimioterapias, que alteraron su rutina, su alimentación y su bienestar físico, la recuperación fue dura, con dolores en piernas y brazos y varios meses de incapacidad en casa, donde contó con el apoyo constante de su familia y compañeros de trabajo.
Cuando se reincorporó a sus labores, Elizabeth encontró el respaldo de sus colegas, quienes le asignaron un lugar seguro y adecuado a sus necesidades.
La orientación de la Lic. Daisy González, del Departamento de Trabajo Social, de la Policlínica Dr. Carlos N. Brin fue crucial para ella, le ayudaron a comprender sus derechos dentro de la Caja de Seguro Social (CSS), en especial el uso de las 144 horas para atender sus citas médicas sin afectar su empleo y también recibió apoyo económico para cubrir los costos de sus quimioterapias.
Además, destaca la ayuda del Dr. Sebastián Dean, de Salud Ocupacional y la Dra. Idalmis Muñoz, psicóloga, quienes le brindaron el soporte emocional que necesitaba. «En casa, sigo todas las indicaciones de mis médicos y llevo una alimentación más sana. Con la ayuda de Dios y el apoyo de mi familia, sigo adelante sin miedo», comparte Elizabeth.
Elizabeth, consciente de la importancia de la prevención, hace un llamado a las mujeres y hombres para que aprovechen los programas de salud preventiva de la CSS y el Minsa.
«Es vital que las mujeres se hagan el PAP y otros exámenes, y que los hombres se revisen a tiempo. Eso puede hacer la diferencia.»
Finalmente, agradece a todos los profesionales de la salud que la acompañaron durante el proceso.
«Gracias a su empatía y calidez, pude encontrar fuerzas para alargar mi vida. Les deseo que sigan ayudando con ese mismo compromiso. Que Dios los bendiga.»
Elizabeth Herrera es hoy un ejemplo de lucha, fe y gratitud, su historia es un testimonio de que con el apoyo adecuado y la determinación, es posible vencer al cáncer.
Nota: Jean Carlos González Remond
Foto: cortesía