Conozca más sobre el hipotiroidismo
El hipotiroidismo en la infancia puede tener diversas causas y síntomas y su detección temprana es fundamental para evitar complicaciones graves en el desarrollo del niño.
El Hospital Pediátrico de Alta Complejidad de la Ciudad de la Salud, de la Caja de Seguro Social (CSS) a través de la doctora Cristina González, endocrinóloga infantil, hace un llamado a los padres para que estén atentos a posibles señales de hipotiroidismo en sus hijos.
Esta afección puede ser congénita, puede estar presente desde el nacimiento, o desarrollado en etapas posteriores de la vida.
En el caso de ser congénito, el niño puede nacer sin la glándula tiroides, o tener una que no funcione correctamente.
«Es esencial que los padres comprendan la importancia del tamizaje neonatal, que permite identificar esta condición a tiempo, ya que un diagnóstico tardío puede llevar a un retraso mental irreversible», explicó la Dra. González.
Signos a identificar
Entre los signos que pueden alertar a los padres sobre un posible hipotiroidismo en sus hijos se encuentran el retraso en el crecimiento y el desarrollo, estreñimiento, caída del cabello, piel seca, aumento de peso inesperado y falta de concentración, entre otros.
En los casos congénitos, el bebé podría presentar síntomas como llanto ronco, ictericia y hernia umbilical, aunque también puede cursar asintomático en algunos casos.
Tipos de hipotiroidismo
La forma más común de hipotiroidismo en la infancia es el hipotiroidismo adquirido, en forma de tiroiditis de Hashimoto; también hipotiroidismo congénito.
En este último caso el paciente puede nacer sin la glándula tiroides, o con una glándula más pequeña de lo esperado, o con una glándula de forma y tamaño normal pero que no funciona adecuadamente.
Este hipotiroidismo congénito puede ser permanente o transitorio, es decir, que va a resolver solo.
En el caso del adquirido, el factor más predisponente para que se dé este, son los antecedentes familiares de enfermedad autoinmune, la coexistencia de otras enfermedades autoinmunes en el paciente, la edad (se presenta con más frecuencia en la adolescencia y el sexo femenino, indicó la especialista.
El hipotiroidismo congénito no tratado o tratado tardíamente, conlleva un retraso mental irreversible, de grado variable. Puede también presentar ictericia, edema y retraso del crecimiento y del desarrollo psicomotor. Si el caso es hipotiroidismo adquirido, puede haber retraso de crecimiento y desarrollo, problemas de aprendizaje, alteraciones de la función hepática, elevación del colesterol.
La doctora González señala que el diagnóstico del se realiza mediante análisis de sangre, enfocándose en los niveles de TSH y T4 libre, que evalúan la función tiroidea.
«En casos avanzados, los niños pueden presentar alteraciones en el perfil lipídico y en pruebas hepáticas, lo que resalta la necesidad de diagnósticos y controles periódicos a medida que crece el niño las evaluaciones suelen espaciarse; también se requieren evaluaciones más frecuentes de los laboratorios cuando hay cambio de dosis del medicamento.», enfatizó.
El tratamiento consiste en el uso de levotiroxina, un medicamento que se administra de forma oral en función del peso y la edad del niño.
Explicó, que, durante los primeros años de tratamiento, las evaluaciones suelen realizarse cada dos semanas, y se van espaciando conforme el niño crece y su condición se estabiliza.
Es vital que los niños con hipotiroidismo congénito reciban apoyo en su desarrollo mediante terapia de Estimulación Precoz y un seguimiento constante en Pediatría.
«Contar con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado hace toda la diferencia en la calidad de vida y desarrollo de los niños afectados por esta condición», señaló la Dra. González, al tiempo que recordó a los padres la importancia de vigilar el crecimiento y desarrollo de sus hijos para detectar cualquier anomalía y actuar oportunamente.
Para más información, se invita a los padres a consultar a un especialista y a realizar controles regulares que garanticen la salud y bienestar de sus hijos.
Nota/fotos Blanca Peralta de Farrugia