Balanitis en el Hombre, cuidado con esta condición común
La balanitis es una inflamación del glande, la cabeza del pene, que puede afectar a hombres de todas las edades y se manifiesta con síntomas como enrojecimiento, picazón, dolor y en algunos casos, secreciones.
“Aunque es una condición común y tratable, es importante que los hombres tomen en serio cualquier cambio en esta área del cuerpo y busquen atención médica a tiempo para evitar complicaciones,” explicó el Dr. Manuel Alfredo Guerra, urólogo de la Policlínica Dr. Carlos N. Brin, de la Caja de Seguro Social (CSS).
Señaló que la balanitis puede tener varias causas, siendo las infecciones bacterianas y ocasionadas por hongos las más comunes, entre los factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad se encuentran una higiene inadecuada, el uso de productos irritantes como jabones fuertes, y enfermedades crónicas como la diabetes, que pueden aumentar la susceptibilidad a infecciones, además, en hombres no circuncidados, el esmegma (acumulación de células muertas y secreciones) puede favorecer la proliferación de microorganismos si no se limpia regularmente.
Otras causas incluyen reacciones alérgicas a productos como preservativos o lubricantes, y en algunos casos, condiciones dermatológicas como la psoriasis, es fundamental que los hombres estén atentos a cualquier molestia en el área genital y no se automediquen, ya que el tratamiento adecuado depende de la causa específica de la inflamación, añadió el Dr. Guerra.
Ante la aparición de síntomas como enrojecimiento, ardor, picazón o dolor, los hombres deben acudir sin demora a la CSS, con especialistas en urología y dermatología, capacitados para evaluar cada caso y determinar el tratamiento adecuado, según la causa, el médico podría recetar antibióticos, antifúngicos o cremas antiinflamatorias para aliviar los síntomas.
Es importante señalar que la automedicación o el uso de remedios caseros pueden empeorar la condición, un diagnóstico profesional asegura que la balanitis se trate de manera efectiva, evitando posibles complicaciones como infecciones más graves o daños en el tejido del glande.
Nota: Jean González
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