Donó un riñón a su esposo y llevan 16 años viviendo sanos y enamorados

Marixenia Ovalle de Herrera tuvo con su esposo el mayor gesto de amor que una persona puede tener con un ser querido: donarle uno de sus órganos. Y como un mensaje divino, cuando se realizaron las pruebas resultaron tan compatibles, como si fueran hermanos.

“Yo le dije que iba a ser su donante, que era una decisión tomada y que yo lo iba hacer”, recordó Marixenia. En la actualidad, ambos tienen 16 años de vivir con un riñón y con mucho amor.

Al enterarse del diagnóstico de insuficiencia renal de su esposo Adbiel Herrera, Marixenia fue tajante en comunicarle la decisión de brindarle una nueva oportunidad de vida.

A causa de una enfermedad hereditaria, Abdiel fue diagnosticado con insuficiencia renal a una edad muy temprana, por lo cual ingresó a una lista de espera para recibir un riñón, mientras recibía sus diálisis.

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Son tan compatibles como si fueran hermanos

Marixenia tenía una bebé de meses, pero esto no fue un obstáculo para someterse a los protocolos de exámenes para apoyar a su esposo en este difícil proceso. Luego de practicarse la batería de exámenes que se requieren para efectuar la cirugía, su sorpresa fue la compatibilidad que tenían para hacer la donación.

“Cuando nos hicieron el examen de compatibilidad, nos llamaron y nos preguntaron: ¿ustedes son esposos?,  es que la compatibilidad de ambos es como si fueran hermanos. Esto no se ve mucho y no por el tipo de sangre, sino por la compatibilidad”, destacó.

Marixenia Ovalle, donante vivo relacionado

La cirugía se dio el 28 de agosto del 2008 y para ellos lo más difícil fue el tiempo que dejaron de pasar con su pequeña hija, ya que luego de la cirugía,  por temas del cuidado delicado de ambos, tuvieron que separarse momentáneamente de la pequeña.

“En el proceso del trasplante yo siento que nos fue bien,  al día siguiente ya yo caminaba,  la cirugía fue un jueves y el domingo ya estaba en casa,  pero mi esposo sí demoró una semana más, por todo lo que conlleva el aislamiento”, indicó.

Y como una nueva bendición, Marixenia recuerda que al año de la cirugía quedó embarazada. “Fue un embarazo perfecto, con los malestares típicos, con un parto normal,  pero asistía al monitoreo con el nefrólogo y urología, después de la cirugía”, subrayó.

Estamos saludables y hemos visto crecer a nuestros hijos

“En cuanto a mi salud, todo bien. No puedo decir que porque doné un  riñón tengo algún padecimiento”,  afirmó, al tiempo que recalcó que a sus 50 años, se mantiene sana.

Después de la cirugía han transcurrido 16 años, en los cuales, como pareja, han visto a sus hijas crecer y compartido en familia.  

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Su mensaje a otras personas es que donen a sus familiares, que se atrevan. “Es algo muy bonito poder compartir con mi esposo que no tiene que irse a hacer diálisis después del trabajo”.

“Atrévanse, es una oportunidad que se le da a su familiar,  es algo muy bonito, se siente uno satisfecho de haber hecho algo por la persona que uno quiere y ver que esa persona está bien”, puntualizó.

Nota: Tharyn Jiménez V.

Fotos/ Video: Melvin Zeballos