El impacto de las enfermedades respiratorias en los niños

Las enfermedades respiratorias son uno de los mayores desafíos de salud pública para la infancia, afectando la vida de millones de niños cada año.

Desde resfriados comunes hasta complicaciones más graves como asma, bronquiolitis y neumonía, estas afecciones son especialmente peligrosas para los niños pequeños, cuyo sistema inmunológico aún está en desarrollo. Además, los niños que viven en condiciones de vulnerabilidad, como en zonas con altos niveles de contaminación o en situaciones de pobreza, enfrentan un mayor riesgo de complicaciones.

La prevención sigue siendo la herramienta más eficaz para reducir el impacto de las enfermedades respiratorias. Las vacunas, como la de la influenza y el neumococo, son fundamentales para proteger a los niños de complicaciones graves. Tomar medidas simples como el lavado frecuente de manos, el uso de mascarillas y evitar la exposición al humo del tabaco puede hacer una gran diferencia en la prevención. Es esencial también que las políticas de salud pública aseguren el acceso a atención médica temprana, que puede evitar hospitalizaciones y complicaciones severas, explicó el Dr. Iván Wilson, médico pediatra de la Policlínica Dr. Carlos N. Brin.

La carga de estas enfermedades no solo es médica, sino también económica y emocional para las familias. Según la OMS, las infecciones respiratorias son responsables de más de 2 millones de muertes infantiles al año, pero los costos invisibles, como hospitalizaciones frecuentes y la pérdida de días escolares, son igualmente significativos. Los niños menores de 5 años, con vías respiratorias más estrechas y defensas inmunológicas más débiles, son los más susceptibles a desarrollar complicaciones graves sin tratamiento adecuado.

Las causas de esta vulnerabilidad son múltiples. Las infecciones virales, como el virus respiratorio sincitial (VRS), la influenza o el rinovirus, son las principales causantes de cuadros graves. A esto se suman factores como la contaminación del aire, la exposición al humo del tabaco y la falta de acceso a servicios de salud de calidad, que empeoran la situación, especialmente en comunidades de bajos recursos o en áreas urbanas con altos niveles de polución.

La comunidad, el sistema de salud y los medios de comunicación tienen un rol crucial en este esfuerzo. Profesionales de la salud, escuelas y comunidades deben sensibilizar a las familias sobre la importancia de prevenir y tratar las enfermedades respiratorias. Informar a los padres sobre los síntomas de alarma y facilitar el acceso a atención médica oportuna son pasos clave para reducir la mortalidad infantil y mejorar la calidad de vida de los niños. “La salud respiratoria infantil debe ser una prioridad global, asegurando que todos los niños puedan crecer saludables y libres de enfermedades graves”, concluyó el Dr. Wilson.

Nota: Jean González