La Insulina y su crucial cometido en el manejo de la diabetes
La insulina es una hormona esencial producida en el páncreas. Cuando su producción es baja o inexistente, lleva a un desbalance en los niveles de glucosa.
Como medicamento, se convierte en un componente clave en el tratamiento de la diabetes, especialmente en casos donde el control glucémico no puede lograrse con otros fármacos, manifestó la Dra. Kelly Padilla, médico de medicina familiar en la Policlínica “Dr. Horacio Díaz Gómez”.
La insulina es fundamental para los pacientes con diabetes tipo 1, ya que su páncreas no produce insulina debido a un proceso autoinmune.
En el caso de la diabetes tipo 2, aunque los pacientes producen insulina, esta puede ser insuficiente o no utilizada eficientemente por el cuerpo. En este caso, se prescribe cuando otros tratamientos fallan o cuando existen complicaciones graves como glucotoxicidad, enfermedad renal o hepática, o durante el embarazo, señaló Padilla.
Sin embargo, hay diversas barreras que dificultan la aceptación y uso de la insulina. Muchos pacientes asocian su uso con un deterioro avanzado de la enfermedad, sienten temor a las inyecciones, o enfrentan desafíos como el automonitoreo, el aumento de peso, y el riesgo de hipoglucemia.
El apoyo familiar y la educación son cruciales para superar estas barreras y mejorar la adherencia al tratamiento.
En la Caja de Seguro Social (CSS), se dispone de diversas insulinas como la insulina NPH y la insulina Glargina, ambas de acción basal, así como la insulina Regular, que actúa después de las comidas.
La elección del tipo de insulina y su dosificación dependerá de las características individuales del paciente y debe ser supervisada por un médico, indicó la doctora de medicina familiar.
La policlínica Dr. Horacio Díaz Gómez” ofrece talleres educativos a través de su Clínica de Diabetes. Estas docencias buscan instruir a los pacientes y sus familias en el manejo adecuado de la insulina, incluyendo técnicas de inyección y pautas para su almacenamiento. El apoyo fomenta la autogestión de la enfermedad y promueve un mejor control glucémico.
Los sitios recomendados para administrarse las inyecciones de insulina deben ser en áreas del cuerpo donde haya una capa de grasa subcutánea para asegurar la absorción adecuada.
Se las puede colocar en el abdomen, la parte superior del brazo (parte posterior), la parte superior de los muslos y las nalgas. Es importante rotar los lugares de inyección, para evitar endurecimientos en la piel, lo que podría afectar la eficacia de la insulina, se debe evitar inyectar cerca de cicatrices, lunares o en zonas con irritación, advirtió la funcionaria.
Subrayó la especialista, que la diabetes es una enfermedad crónica y progresiva. En muchos casos, el uso de insulina será inevitable para mantener un buen control glucémico y prevenir complicaciones graves como la neuropatía, el pie diabético, y enfermedades cardiovasculares y renales.
Cifras
La magistra Analidis Atencio, coordinadora Regional de Farmacia, informó que en octubre las farmacias del Hospital Dr. Ezequiel Abadía y la Policlínica Dr. Horacio Díaz Gómez despacharon un total de 392 viales de insulina.
De estos, 36 viales de insulina glargina fueron distribuidos en el Hospital de Soná, mientras que la Policlínica en Santiago se entregaron 356 viales, de los cuales la mayoría fueron recetas institucionales.
La disponibilidad y el acceso continuo a la insulina en estas instituciones garantizan que los pacientes puedan seguir su tratamiento de manera adecuada, concluyó Atencio.
Reportaje/Fotos: Marcela Cuevas