La violencia contra la mujer: un problema que afecta a toda la sociedad
Cada 25 de noviembre, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer nos recuerda la urgente necesidad de enfrentar una de las problemáticas más alarmantes a nivel mundial.
Según la ONU, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, lo que no solo impacta a las víctimas, sino también al tejido social en su conjunto.
La violencia de género tiene consecuencias graves y multifacéticas. En el ámbito familiar, los niños expuestos a estas situaciones sufren traumas que pueden llevar a ansiedad, depresión y la perpetuación de patrones abusivos en su vida adulta, según UNICEF.
En comunidades indígenas, los desafíos son aún mayores debido a la falta de acceso a recursos, educación y sistemas de justicia adecuados.
Esto, a menudo, se combina con prácticas culturales y dinámicas de poder que perpetúan el abuso. Sin embargo, iniciativas lideradas por organizaciones locales están promoviendo cambios positivos a través de programas de sensibilización.
La violencia contra las mujeres se manifiesta de diversas formas: física, psicológica, económica, sexual, simbólica y patrimonial.
Todas ellas afectan profundamente la salud de las víctimas, provocando desde lesiones físicas hasta trastornos de salud mental, como ansiedad, depresión y estrés postraumático, explicó Erika Perdomo, psicóloga clínica de la Policlínica Dr. Carlos N. Brin.
Salir de un ciclo de violencia no es sencillo debido al miedo, el estigma social y la dependencia económica. Por ello, el acompañamiento integral es esencial. Es necesario fomentar redes de apoyo, atención psicológica especializada y vías seguras para denunciar.
Asimismo, es fundamental educar a la sociedad para identificar las señales de violencia y actuar. El 80% de las víctimas no presenta cicatrices visibles, pero las marcas emocionales son devastadoras.
Nota: Jean Carlos González Remond