Yesos vs. férulas: ¿Qué son y cuándo se usan?

Cuando sufres una fractura o una lesión grave, es posible que te encuentres con dos términos comunes: yeso y férula. Ambos se utilizan para inmovilizar la zona afectada y ayudar a la curación, pero cumplen funciones distintas y se usan en diferentes momentos del tratamiento explicó el Dr. Eliahou Faskha, jefe del servicio de Ortopedia del Hospital de Especialidades Pediátricas Omar Torrijos Herrera.

Un yeso es una capa dura y rígida que cubre por completo el área lesionada. Generalmente, se hace de fibra de vidrio o yeso. El objetivo principal del yeso es mantener el hueso roto o la articulación inmovilizada para que pueda sanar correctamente. Los yesos se colocan una vez que la hinchazón ha disminuido y el hueso ha sido realineado, es decir, cuando ya está en su lugar. Son ideales para lesiones más graves, ya que mantienen el área lesionada completamente inmovilizada durante un período largo.

Duración: Se usa generalmente de semanas a meses, dependiendo de lo grave de la lesión. Ventajas: El yeso proporciona un soporte firme y duradero, lo que es importante para que el hueso sane correctamente sin moverse.

Una férula, explica el Dr. Faskha, es una pieza más flexible que también se usa para inmovilizar una lesión, pero no cubre toda el área. Está hecha de materiales como fibra de vidrio, yeso, espuma, plástico o metal, y suele aplicarse en las primeras horas o días después de la lesión. A diferencia del yeso, la férula se ajusta mejor y puede ser retirada si es necesario.

Se utilizan generalmente inmediatamente después de la lesión, para estabilizar y controlar la hinchazón. Son útiles cuando la lesión no es demasiado grave o cuando los médicos necesitan observar más de cerca el progreso. También, se usan en situaciones de emergencia, antes de que se pueda aplicar un yeso definitivo.

Duración: Se usa por un período más corto, a menudo de unos días a semanas. Ventajas: Las férulas son fáciles de poner y ajustar. Además, como no cubren por completo la zona lesionada, permiten ver cómo va la recuperación y ajustar el tratamiento si es necesario.

Ambos son fundamentales para ayudar a que las lesiones sanen correctamente, pero el tipo de tratamiento dependerá de la gravedad de la lesión y de la etapa del proceso de curación. Siempre es importante seguir las recomendaciones, para asegurar una recuperación adecuada.

Es importante reconocer el trabajo del equipo de profesionales que participan en la atención del servicio de ortopedia, va más allá de la colocación de yeso o férula, se encuentran implicados médicos especialistas, licenciados en tecnología ortopédica y residentes en ortopedia y traumatología, concluyó el Dr. Faskha.

El Hospital de Especialidades Pediátricas atiende niños desde muy temprana edad hasta los 14 años y once meses.

Nota y fotos: Rina Rodriguez de Subía