Cómo afectan los trastornos psicológicos en el comportamiento alimentario

Los problemas psicológicos de una persona, ya sean mentales o emocionales, impactan de forma significativa en su alimentación, y de no tratarlos, pueden llevarla a la obesidad, problema que afecta a millones de pacientes.

Varias pueden ser las causas de los trastornos mentales, son complejas e involucran factores biológicos, sociales y psicológicos, y contribuyen al desarrollo y mantenimiento de la obesidad, explicó la Dra. Vanessa Flores Ordoñez, psiquiatra de la Policlínica Don Alejandro de la Guardia, Hijo.

Existen factores como el estrés, la ansiedad, depresión, baja autoestima y hasta problemas económicos, que influyen en una mala alimentación. Las personas con trastorno alimentario consumen grandes cantidades de comida en un corto período de tiempo y sin ningún control.

De esta forma, las personas que experimentan altos niveles de estrés o ansiedad pueden recurrir a la comida como una forma de automedicarse o lidiar con sus emociones; a este tipo de comportamiento se le conoce como “comer emocional”, indicó la profesional.

Mientras que, si confrontan problemas de baja autoestima, a menudo pueden desarrollar una relación poco saludable con la comida, estos suelen usarla como un refugio emocional para afrontar sentimiento de inseguridad.

La Dra. Flores, también, mencionó el trastorno de la personalidad, estos pueden generar patrones de comportamiento que incluyen la compulsión por comer en exceso, especialmente, como una forma de llenar el vacío emocional o el malestar psicológico.

Esta es una forma de desarrollar adicciones a la comida; de manera similar a otras formas de adicción, la comida se puede convertir en una forma de obtener placer o evitar malestar emocional. El consumo excesivo de comida llevará al afectado a enfermedades como diabetes, presión arterial, problemas cardiovasculares y hasta de huesos y músculos.

«La obesidad, generalmente, es el resultado de una combinación de factores físicos y psicológicos, estos deben ser tratados al mismo tiempo, es decir, el tratamiento debe ser integral, que aborde tanto los aspectos físicos como los emocionales; en definitiva, será más efectivo para estos trastornos y la condición de obesidad», concluyó la Dra. Flores.

Nota y fotos: Giovanna Rodríguez Cáceres