Estrés y ansiedad también pueden ocasionar dolor de espalda baja

El dolor de espalda baja es una de las causas usuales por la que las personas buscan consulta médica. En ocasiones, se convierte en un mal incapacitante que impide laborar de forma óptima.

Las incomodidades de la espalda baja aparte del dolor muy agudo, pueden sentirse como pulsadas, hasta tal vez, sientan  ardor.

No todos los síntomas serán iguales, por tal razón se debe revisar minuciosamente  al paciente, y de ser necesario, realizar radiografías o exámenes pertinentes para obtener un mejor juicio del padecimiento, explicó el Lcdo. Carlos Moncada, fisioterapeuta de la Policlínica “Don Alejandro de la Guardia, Hijo” de la Caja de Seguro Social.

Se pueden encontrar muchos orígenes de un dolor bajo de espalda, como el estrés, donde el cuerpo reacciona ante un evento  o la ansiedad, si está bajo esta situación de inquietud. También se atribuye a la falta de actividad física.

El fisioterapeuta agregó que, hay otros motivos entre ellos:

  • Dormir en un colchón deteriorado
  • Haber sufrido de algún trauma como caídas con fracturas visibles u ocultas
  • Si al caminar, reposar o estar sentado no mantiene una buena postura
  • Haber sido diagnosticado con artritis  u osteoporosis.

La mayoría de las embarazas sufren de dolor bajo de espalda, “puesto que su cuerpo está adaptándose para albergar un nuevo ser, y esta pequeña persona busca como acomodarse”.

Otro factor de riesgo es la obesidad, las edades avanzadas y los movimientos repetitivos, estos casos se pueden presentar en cajeros, choferes, estibadores o personas del área de la construcción.

A veces no hay causa alguna, pero el haber hecho un movimiento brusco puede causar alguna lesión, como un  esguince en diferentes áreas de los músculos, espalda o ligamentos de la columna vertebral.

El tratamiento médico ya sean inyecciones o medicamentos ayudan a disminuir el dolor, pero si se busca lograr mejores resultados en busca de sanar, lo más beneficioso es iniciar con cambios en los hábitos de vida, con buena alimentación y suficiente hidratación, tener actividad física de manera diaria, como caminar, preferiblemente en terreno plano, nadar o andar en bicicleta, hasta puede ser estática y realizar ejercicios para fortalecer los músculos de los miembros inferiores y del tronco, precisó el fisioterapeuta.

Nota/Fotos: Giovanna Rodríguez Cáceres