Control de la hepatitis: un esfuerzo conjunto para reducir la propagación y sus complicaciones
La hepatitis es una inflamación del hígado que ocurre cuando este órgano se lesiona o se infecta, lo que afecta su función hepática. Puede presentarse de manera aguda (a corto plazo) o crónica (a largo plazo), informó la Dra. Heydy Nuñez, epidemióloga de la Caja de Seguro Social (CSS) de la provincia de Veraguas.
Al respecto, aseguró la epidemióloga Nuñez que, en las unidades ejecutoras de la CSS de la región solo han detectado un caso de hepatitis C, en el año 2024 en el Hospital Dr. Ezequiel Abadía, ubicado en el distrito de Soná, y hasta el momento no se ha detectado ningún caso más.
Detalla la funcionaria que existen varios tipos de hepatitis como lo son:
Viral: Causada por los virus de la hepatitis A, B, C, D y E.
Alcohólica: Resultante del consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
Tóxica: Provocada por productos químicos, venenos, medicamentos o suplementos.
Autoinmune: Tipo crónico en el que el sistema inmunológico ataca al hígado. Su causa exacta es desconocida.
Los síntomas más comunes de la hepatitis incluyen fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, dolores abdominales, orina oscura, heces de color arcilla, dolor en las articulaciones e ictericia (color amarillento de la piel y ojos). Los síntomas de la hepatitis aguda pueden comenzar entre 2 semanas y 6 meses después de la infección, explicó el Dr. Luis Cisneros médico de medicina general de la Policlínica Dr. Horacio Díaz Gómez en Santiago.
En la hepatitis crónica, los síntomas pueden aparecer años después de haberse infectado. La hepatitis crónica puede derivar en cirrosis y, eventualmente, en cáncer de hígado, lo que hace que el diagnóstico temprano sea crucial para evitar complicaciones graves.
La hepatitis de diferentes tipos, se trasmite de la siguiente manera:
Hepatitis A: Se transmite a través de la ingesta de alimentos o agua contaminada con excrementos de una persona infectada.
Hepatitis E: Se contrae al consumir carne de cerdo, ciervo o mariscos poco cocidos.
Hepatitis B, C y D: Se transmiten mediante el contacto con la sangre de una persona infectada, y las hepatitis B y D también se propagan a través de fluidos corporales durante relaciones sexuales sin protección o al compartir agujas para el consumo de drogas, reveló el Dr. Cisneros.
El diagnóstico incluye historia clínica, examen físico, análisis de sangre (para detectar los virus de la hepatitis) y, en algunos casos, diagnóstico por imágenes como ultrasonidos, tomografías computarizadas (CAT) o resonancias magnéticas. En situaciones especiales, se puede realizar una biopsia hepática.
El tratamiento dependerá del tipo de hepatitis y si es aguda o crónica. En muchos casos, la hepatitis viral tiene tratamiento con antivirales, mientras que la hepatitis alcohólica y tóxica requiere la eliminación de la causa subyacente.
La prevención depende del tipo de hepatitis. Las estrategias más comunes incluyen la vacunación, existen vacunas contra la hepatitis A y B, que son las más comunes y efectivas; evitar el abuso de alcohol, evitar la ingestión de alimentos o sustancias que pudieran estar contaminadas, así como practicar hábitos de higiene adecuados, indicó el médico general.
Cabe señalar que el Ministerio de Salud ha lanzado una campaña oficial contra la hepatitis, bajo el lema «Es tiempo de actuar». Esta iniciativa, en colaboración con la Fundación Virgen del Pilar, la Caja de Seguro Social y la Organización Panamericana de la Salud, busca ampliar el acceso al diagnóstico y tratamiento de la hepatitis en el país, concluyó la epidemióloga.
Reportaje y fotos: Marcela Cuevas