Un baluarte contra el cáncer infantil, es el Hospital de Día de Ciudad de la Salud
Un baluarte en la lucha contra el cáncer infantil y un símbolo de esperanza para vencer esta enfermedad, es el Hospital de Día del Hospital Pediátrico de Alta Complejidad de la Ciudad de la Salud.
Este hospital de la Caja de Seguro Social (CSS) cuenta con tres hematólogos en la mañana y dos oncólogos en la tarde, quienes con el apoyo de enfermeras y técnicas especializadas, acompañan a cada niño a lo largo de su tratamiento.
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Actualmente, más de 30 pacientes activos reciben tratamiento en el hospital, provenientes de distintas provincias del país, exceptuando Chiriquí, que cuenta con especialistas propios.
Cada uno de estos niños tiene un médico de cabecera, que lo acompaña durante su tratamiento, generando un vínculo cercano que refuerza la confianza y ofrece estabilidad emocional en un proceso difícil.
Bajo la dirección de la Dra. Rebeca Ríos, hematóloga pediatra y jefa del servicio, el equipo médico trabaja incansablemente para brindar una atención personalizada y de calidad a estos infantes.
En el Hospital de Día cada día se libra una batalla contra enfermedades como la leucemia, los linfomas y los tumores sólidos. Sin embargo, hay un momento que ilumina el camino de los pequeños pacientes y sus familias: el emocionante toque de la campana.
Hospital Pediátrico de Alta Complejidad de la Ciudad de la Salud
Este acto, lleno de simbolismo, representa el final del tratamiento y la victoria sobre la enfermedad, marcando un nuevo comienzo para los niños que han luchado con valentía.
Además de los casos de cáncer infantil, el Hospital de Día atiende enfermedades en otras especialidades como reumatología, gastroenterología, endocrinología, enfermedades genéticas y cardiología.
La modalidad ambulatoria permite que los niños reciban tratamiento, sin necesidad de ser hospitalizados, con lo cual se reduce el impacto en la dinámica familiar y mejora su calidad de vida.
La Dra. Ríos enfatiza la importancia de la detección temprana del cáncer infantil, e insta a los padres a estar atentos a señales como fiebre persistente, ganglios inflamados, pérdida de peso inexplicable, moretones y dolores óseos. Cada niño que llega al Hospital de Día enfrenta un camino desafiante, pero cuenta con un equipo comprometido a apoyarlo en cada paso. Y cuando llega el gran día de tocar la campana, no solo suena una victoria personal, sino la prueba de que, con atención, amor y ciencia, la esperanza siempre prevalece
Nota: Blanca Peralta
