Beneficios de la natación terapéutica en el paciente
“Uno de los grandes beneficios que aporta a nuestra salud la natación terapéutica, es la libertad de movimientos que se podrán lograr, los que en ningún otro entorno ni ambiente se pueden realizar como en el de una piscina”, dijo el Lcdo. Carlos Moncada, fisioterapeuta de la Policlínica “Don Alejandro de la Guardia, Hijo” de Bethania.
Las piscinas tienen múltiples ventajas, por un lado cuando se hace una caminata o cualquier tipo de ejercicio subacuático el peso del cuerpo disminuye alrededor de un 60%, o sea que, no hay ningún impacto en las articulaciones cuando se hace la actividad, explicó.
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La resistencia que ofrece el agua al movimiento, fortalece los músculos y el hecho de caminar en el agua o realizar cualquier otro tipo de ejercicio, también mejora lo que es la coordinación y el equilibrio de la persona.
Recalcó que es una terapia psicológica y emocional porque todos los problemas se quedan afuera del agua, “ya que debes concentrarte tanto en lo que harás dentro de ella que no hay cabida para lo exterior”, por esta razón aparte de mejorar el movimiento de las extremidades y de todo el cuerpo, también fomenta la relajación y ayuda a minimizar el estrés.
El Lcdo. Moncada fue preciso al mencionar que las indicaciones van de acuerdo a la lesión que se necesite rehabilitar, esto no se traduce en que se debe suspender las terapias con los fisioterapeutas, son un complemento de calidad que puede ayudar a la recuperación en menor tiempo.
No solo fortalece músculo y tendones, en la alberca se ejercita todo el cuerpo, sobre todo pacientes con procesos degenerativos (artrosis, artritis, osteoporosis).
Destacó que otro provecho que se puede lograr, es la resistencia pulmonar lo cual también es una terapia, principalmente para quienes sufren de asma.
A nivel social es positivo porque crean un vínculo con las personas que se encuentran en la piscina, además, se realiza una actividad al aire libre tomando rayos de sol, el cual es la fuente más importante de vitamina D, no es dañino.
“Lógicamente también tiene sus contraindicaciones como todo en la vida, por ejemplo alguien con fiebre o resfriado no debe entrar a una piscina, personas con problemas en la piel o algún tipo de hongo tampoco o con heridas normales o quirúrgicas porque tardará la cicatrizar, y se puede infectar y complicar el proceso de curación”, sostuvo.
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A su vez, el Dr. Marcos Córdoba, cardiólogo de esta unidad de salud, afirmó que la natación o los ejercicios en la alberca es la actividad más completa que hay, mejorando el sistema cardiovascular, “yo lo recomiendo a mis pacientes, que en la medida de lo posible asistan a ejercitarse en piscinas”.
Por su parte, la profesora Cecilia Lay, instructora de natación en la piscina que se encuentra dentro de las instalaciones de la Asociación de Jubilados y Pensionados “Edad 3 de Bethania”, ubicada en Villa Cáceres, cuya responsabilidad es de esta policlínica, indicó que “los ejercicios en el agua, aunque solamente realicen una caminata son beneficiosos en todos los aspectos, pero lo más importante es que mantendrán una buena salud y por consiguiente una excelente calidad de vida”.
Nota / Fotos: Giovanna Rodríguez Cáceres