Importancia de la lavandería hospitalaria en el HIDLT
La importancia de una lavandería hospitalaria es de vital. Con ella se elimina cualquier infección que puede ser transmitida a través de la ropa de hospital y que, para los efectos de limpieza, hoy, se han redoblado esfuerzos después de la experiencia crítica de la pandemia mundial la Covid-19.
El señor Alexander Arritola B., jefe del Departamento de Lavandería y Costura del Hospital Irma de Lourdes Tzanetatos, explicó el proceso que se lleva a cabo con el tratamiento de limpieza de la ropa que se genera en esas instalaciones hospitalarias de la Caja de Seguro Social en el sector Este de Panamá.
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Arritola indicó que el funcionamiento operativo de la lavandería del HIDLT, inicia con la recolección de la ropa, que en el caso específico se hace en todas las áreas de hospitalización, principalmente, en el primer piso donde están encamados los pacientes de geriatría, maxilofacial, fisioterapia; en el segundo piso, especialmente, en cirugías, el área de post parto y niño sano; igualmente, en el tercer piso, en la atención de pediatría y neonatología y a los hospitalizados en el cuarto piso.
Dijo que, igual trabajo, se lleva a cabo con la ropa usada en la planta baja en donde se ubica la Unidad de Cuidados Intensivos, parto, salón de operaciones, urgencia respiratoria y no respiratoria y Rx. Esta recolección se hace en un horario que va desde las 6:00 a.m. hasta las 9:00 de la mañana, según dicta el procedimiento de Lavandería y Costura de este centro hospitalario.
Después de la recolección, la ropa es pesada y colocada en la lavadora de barrera sanitaria manejada específicamente por un operador; en tanto, cuando sale lavada, es otro operador en un área limpia, quien se encarga de recibirla.
El peso de toda la ropa está en el orden de las 400 libras, que es depositada en tres compartimientos de la máquina, procediendo al lavado por un tiempo estimado de una hora. Se utilizan al menos, cinco productos detergentes, reforzador en la primera lavada; luego, clórox al 12 por ciento recomendado, sobre todo, en la ropa contaminada; después, se le vierte neutralizador para limpiar todo el sedimento y cualquier olor provocado por los productos utilizados y finalmente, suavizante para darle el olor agradable y la desinfección total de cada prenda lavada en este proceso que se repite cíclicamente, todos los días.
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Al recibirse la ropa lavada, es secada por el operador del área limpia, quien desahoga la máquina en sus tres compartimientos y procede a secarla en las cuatro secadoras con capacidad para 175 libras cada una, después de una hora se lleva al área de doblado donde se arman los carros de traslado, nuevamente, dirigidos y retornando a las diferentes áreas hospitalarias antes mencionadas.
Finalmente, cualquier ropa que sufra un deterioro, es reparada por el personal de costura, quienes, además, confeccionan nuevas prendas de vestir.
Nota / Fotos: Gonzalo Delgado Quintero
