Trastornos en infantes pueden ser corregidos con estimulación temprana

Existen padecimientos detectados en infantes que pueden ser corregidos. Es por ello que la Caja de Seguro Social tiene dentro de sus atenciones la estimulación temprana, quienes realizan un trabajo en conjunto entre los familiares, el niño/a y el terapeuta.

La licenciada Yanira Torres, terapista de estimulación temprana y orientación familiar de la Policlínica Dr. Manuel de Jesús Rojas de Aguadulce, explicó que la “Estimulación Temprana” es una serie de métodos, técnicas y actividades que se realizan a los niños desde los 20 días de nacidos hasta los seis años con el objetivo de potencializar sus habilidades.

Se busca prevenir alteraciones en el desarrollo de los niños, como los trastornos del tono muscular, que es cuando el niño tiene los músculos muy duros, están apretaditos, con las manos muy cerradas. Con ejercicio y masajes se corrige, logrando que el tono muscular regrese a la normalidad y el niño pueda ejecutar las habilidades que debe hacer.

De no corregirse el trastorno del tono muscular, la coordinación de los movimientos del niño se verá comprometida porque tendrá movimientos bruscos, sobre todo con la mano, donde no logra una apertura adecuada, la cual muchas veces se ve acompañada por el dedo pulgar que se guarda en la palma de la mano, complicando el agarre. No puede insertar objetos en lugares un poco complejos, ni abotonarse la camisa, agarrar el lápiz, recortar; las habilidades básicas se verán afectadas.

A nivel de otros movimientos, les cuesta correr, se apresuran a otras habilidades como sentarse demasiado temprano, a veces hasta caminan a los 8 meses, lo que no debería presentarse a tempranas edades sino de acuerdo a cada etapa del desarrollo.

Se ven alteraciones de la conducta que se trabajan a través del juego. Estas alteraciones pueden ser producidas por el ambiente. Se orienta a los padres sobre cómo trabajar con los niños en casa, poniendo límites sanos y respetando al niño sin caer en golpes y gritos.

A través del juego se le enseña al niño a esperar su turno, tiempo de espera saludable, ya que hay niños que quieren algo y al decirles que esperen, lo que hacen es explotar. Aprenden a desarrollar las habilidades motoras que tenían reprimidas por no estarlas ejecutando, ya que mantienen una relación muy estrecha con los dispositivos electrónicos como los celulares, que es uno de los detonantes de la conducta de los pequeños.

Esto va a nivel ambiental porque somos los padres los que proporcionamos los dispositivos, por lo que se les orienta sobre el no uso de los celulares y las actividades que pueden desarrollar en casa de acuerdo a su edad.

Se atiende el tema de lenguaje y comunicación, donde se les estimulan sus primeras palabras, los contactos comunicativos y visuales, el seguimiento de órdenes. De necesitar algo más complejo, se refiere a la terapista de lenguaje, que es la especialista en el área.

Se brinda atención para estimular cada una de sus áreas acorde a su edad de manera oportuna, por lo que es recomendable llevar a las citas al niño desde que es referido para tener un control desde pequeño.

De no llevar a los niños a estimulación temprana y llegan a los tres años, es un tiempo muy importante que se perdió, porque en los tres primeros años de vida es donde se presenta la mayor plasticidad del cerebro, siendo donde más aprende y puede ser moldeado. Después de esa edad es más difícil lograrlo, concluyó la licenciada Torres.

Nota de prensa y fotos: Emileth O. Bósquez C.