Accidentes cerebro vasculares, tercera causa de muerte en Panamá
Un accidente cerebro vascular (ACV), apoplejía o infarto cerebral, es una muerte repentina de las células del cerebro causada por una falla de suministro de oxígeno al cerebro y son la principal causa de discapacidad adquirida en el mundo.
A este incidente de salud se le conoce por varios nombres, el más correcto es accidente vascular encefálico, pero también puede ser llamado de Ictus Cerebral, Infarto Cerebral, Isquemia Cerebral, Trombosis Cerebral o popularmente Derrame Cerebral.
Tercera causa de muerte
Después de las enfermedades cardiacas y el cáncer, los accidentes cerebro vasculares son considerados como la tercera causa de muerte en Panamá, pero si se combina junto con las patologías cardiacas (alteraciones en los vasos sanguíneos del corazón), son la causa número uno de los decesos en el país, de acuerdo al Dr. Ricardo Williams De Roux, neurólogo del Complejo Hospitalario “Dr. Arnulfo Arias Madrid” de la Caja de Seguro Social (CSS).
El especialista explicó que existen algunos signos de alerta o alarma, los cuales pueden orientar a que un paciente esté presentando un evento vascular cerebral.
Indicó que entre los principales síntomas más comunes están:
– Empeoramiento de vista: la pérdida repentina de vista provocada por un derrame puede afectar a uno o ambos ojos, también es probable que aparezcan las manchas ciegas, provocadas por la afectación del lóbulo occipital del cerebro.
– Dolor repentino y fuerte en el pecho: este síndrome puede acompañar también el paro cardíaco, pero en combinación con hipo a menudo es una señal de derrame cerebral.
– Coordinación de movimientos interrumpida: la pérdida de la coordinación y orientación en el espacio, indica que las áreas del cerebro responsables están dañadas.
– Cansancio repentino: una persona activa puede cambiar su conducta drásticamente, sentirse somnolienta y no querer hacer nada, de igual manera, en el caso de las mujeres en ocasiones presentan señales de depresión.
– Pérdida de conocimiento: los síntomas de que una persona está a punto de desmayarse son; enrojecimiento repentino del rostro, falta de aliento y ritmo cardíaco acelerado.
– Dolor en la mitad del rostro: otro síntoma de un derrame, es el dolor repentino que surge en un solo lado de la cara o del cuerpo o en una sola extremidad (un brazo, una pierna).
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 10% y el 15% de los accidentes cerebros vasculares se producen por un derrame de sangre en el cerebro (hemorragia)
Dos tipos principales de accidente cerebro vascular
· Isquémico o Infartos Cerebrales: el 80% de los accidentes cerebro vasculares son resultado de una obstrucción o una reducción del flujo sanguíneo en una arteria que irriga a el cerebro.
· Los hemorrágicos: se deben a la ruptura de una arteria en el cerebro, provocando una hemorragia intracerebral (15 % de los accidentes cerebro vasculares) o una ruptura de un aneurisma provocando una hemorragia subaracnoidea (5% de los ACV).
Los rangos de edad que con mayor frecuencia se presenta un evento vascular cerebral, son pacientes en edades avanzadas, es decir personas mayores de 65 años, sin embargo este tipo de patologías no escapan a todos los grupos etarios, señaló el Dr. Williams.
“Por lo general los hombres tienen un mayor porcentaje de riesgo de presentar un accidente cerebro vascular que las mujeres”, explicó.
Además, el especialista agregó que entre los principales factores de riesgo de un derrame cerebral están:
· Presión arterial alta
· Diabetes
· Enfermedades cardíacas
· Tabaquismo
· Sobrepeso
· Colesterol alto en la sangre
· Alcohol
· Estrés
· Actividad física insuficiente
Sostuvo que el aspecto positivo de esto, es que el 80% de los accidentes cerebro vasculares prematuros son prevenibles.
La dieta sana, la actividad física regular y el abandono del consumo de tabaco y alcohol son fundamentales, al igual que verificar y controlar la hipertensión arterial, niveles elevados de colesterol y azucares en la sangre (diabetes), también son muy importantes.
Después de un derrame cerebral, las células cerebrales mueren en las zonas afectadas, por lo general los pacientes a menudo padecen discapacidades físicas tales como: pérdida parcial de motricidad o hemiplejia, pérdida sensorial, trastornos visuales e incluso pérdida de memoria, es por ello que los especialistas enfatizan que comenzar un programa de rehabilitación rápidamente, es pieza para la recuperación.
Entre los medicamentos que suelen utilizarse en el tratamiento del accidente cerebro vascular figuran:
· Los antiagregantes plaquetarios, como la aspirina
· Anticoagulantes, como la warfarina
· Los que regulan la tensión arterial, como los bloqueantes de los canales calcio y los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina
· Aquellos que reducen la concentración sanguínea de lípidos, los cuales deben utilizarse bajo supervisión médica.
· Fármacos que disminuyen la concentración sanguínea de lípidos; también bajo supervisión médica.
Rehabilitación y asistencia a largo plazo
Los pacientes que han quedado paralizados a consecuencia de un accidente cerebro vascular padecen un cierto grado de discapacidad física y pueden necesitar asistencia a domicilio durante mucho tiempo.
Gran parte de la rehabilitación tras un accidente cerebro vascular consiste en enseñar al paciente a realizar ejercicio físico sin peligro, estos incluyen:
– Ayuda para caminar, comer, vestirse, bañarse, cocinar, leer, escribir e ir al baño
– Logoterapia (tratamiento de los trastornos del habla)
– Comprobación de que el paciente puede vivir en su casa sin correr peligro
– Ayuda para organizar y planifica la asistencia médica y la rehabilitación
– Asesoramiento al paciente y a sus familiares, incluidos los consejos en materia de administración de dinero, asuntos financieros y jurídicos
– Terapia ocupacional para ayudar a los pacientes a mantenerse activos y ocupados
– Fisioterapia para recuperar la movilidad
Según estimaciones de la OMS, más de 17.7 millones de personas murieron en el año 2015 de accidente cerebro vascular, la mayoría de estos decesos se registraron en países de bajos y medianos ingresos, afectando por igual a ambos sexos.
De estas muertes, 7.4 millones se debieron a la cardiopatía coronaria, y 6.7 millones, a los accidentes cerebro vasculares.
Nota: Pablo Solís