Depresión posparto: qué hacer y cómo acompañar a la madre con este padecimiento

Dentro de un mar de tristezas y cielos grises, así describe María Susana (a quien se le cambió el nombre para proteger su identidad), joven de 30 años con cinco años de matrimonio, cómo se siente tras el nacimiento de su primer niño.

Antes del alumbramiento, había cosas que la llenaban de ilusión, como la compra de la ropita y el arreglo de la cuna. Sus amigas por su parte, le contaban historias hermosas que habían vivido, y que, según su experiencia, ella también atravesaría, una vez acunara en sus brazos a su primogénito.

Tras la llegada del nene, y a pesar de contar con el apoyo de su esposo, se siente dispersa, baja de energía y con un sentimiento de desesperanza, lo que la confunde más y la hace sentir culpable, porque su pequeño fue un bebé deseado desde hacía mucho tiempo.
También, se abruma porque no se siente a la altura a la hora de amamantar o de mantener la casa lo suficientemente limpia.

Todas esas emociones apuntan a que está viviendo una depresión posparto. Pero ¿Sabemos de qué se trata?

La licenciada en Psicología Mayra Holligan explicó que el término depresión posparto se usa para describir cambios que van desde muy leves y de corta duración en el estado de ánimo, hasta sentimientos de preocupación, infelicidad y agotamiento, que muchas mujeres pueden experimentar tras las primeras dos semanas después de dar a luz.

Entre las sintomatologías que puede manifestar se encuentran:
• Agitación e irritabilidad
• Cambios en el apetito
• Sentimiento de inutilidad o culpa
• Sentirse retraída o desconectada
• Falta de placer o interés en todas o en la mayoría de las actividades
• Pérdida de la concentración
• Pérdida de energía
• Problemas para realizar las tareas en el hogar o el trabajo
• Ansiedad considerable
• Dificultad para dormir
• En casos extremos, pensamientos de muerte o suicidas

La culpa es una emoción compleja y polifacética, profundamente arraigada en la experiencia humana, y surge cuando un individuo percibe que sus acciones o incluso sus pensamientos e intenciones han violado sus propias normas morales o éticas.

La profesional de la salud, que labora en la Caja de Seguro Social, detalló que las damas que sufren depresión posparto pudieran sentirse culpables por lo que hacen o dejan de hacer.

La licenciada Holligan indicó que la pareja juega un rol de suma importancia, razón por la cual deben ser empáticos con su conyugue, evitando con gestos o acciones el minimizar los síntomas, como una forma de normalizar la condición.

El primer paso -explicó- es pedir información con el ginecólogo; quien, de considerarlo necesario, la canalizará con un psiquiatra, psicólogo o profesional de salud mental, para iniciar el tratamiento, de acuerdo al grado o tipo de depresión, tal como pasó con María Susana.

Algunos pequeños, pero muy importantes apoyos durante la depresión posparto en los que el papá puede colaborar son:
• Bañar al bebé, cambiar el pañal y ayudar a dormirlo.
• Evitar la sobrecarga física y emocional para la madre.
• Auxiliar en las labores del hogar.
• Establecer límites con amigos y familiares.
• Contestar el teléfono y llevar los mensajes.
• Preparar la cena.
• Acompañar a mamá a las citas con el médico.
• Informarse sobre la depresión posparto.
• Escribir las inquietudes y preguntas que tenga y discutirlas con el médico o terapeuta.
• Hacer una lista, juntos, de las cosas que pueden proporcionarle una salida para que ambos puedan consultarla cuando necesite un descanso.
• No pensar que la mamá está fingiendo o que solo lo hace por llamar la atención.
• Compartir el tiempo juntos, solos como pareja, sin distractores como los teléfonos celulares, las facturas o hablar de los problemas.

La psicóloga concluye en la importancia de la empatía en este proceso y que hay gestos que son sencillos pero significativos, como lo es simplemente estar presente.

Reportaje: Diamar Díaz Nieto