Detectar a tiempo los síndromes epilépticos puede evitar secuelas en pacientes

La epilepsia es una enfermedad crónica que afecta de 40 a 60 millones de habitantes en el mundo, y el 76% de la población es diagnosticada antes de la adolescencia. En Panamá puede afectar del 2 al 4% de la población.

La Dra. Saskia Bermúdez, neuróloga pediatra de la Caja de Seguro Social, expresó que clínicamente hay diferentes maneras de convulsionar o de tener una crisis epiléptica. “Es importante que el papá indique los signos de alarma de lo que ve, si el niño convulsiona tónico clónico generalizada, si tiene ausencias, brincos o miocronías, o tiene eventos de convulsiones focales (de una sola extremidad, o una sola parte del cuerpo con  un movimiento rítmico involuntario y a veces con alteración del estado de alerta)”, explicó.

Detalló que con estos eventos los especialistas deben identificar y estudiar qué tipo de epilepsia para buscar la mejor opción de  tratamiento para disminuir las probabilidades de que siga convulsionando, que desarrolle una epilepsia de difícil control y que no afecte el neuro desarrollo en los niños.

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Destacó que entre las más comunes que se ven en los hospitales están: epilepsias auto limitadas de la infancia, crisis generalizadas y las crisis de ausencia infantil. El 70% de las crisis son focales y de estas el 30% son epilepsias de difícil control, mientras que  el 20 a 25 % son generalizadas,

Dra. Saskia Bermúdez, neuróloga pediatra

En el caso de que se presenten epilepsias de difícil control, la neuróloga pediatra destacó que se conversa con el padre para que conozca lo que está sucediendo y agregó que “en nuestra sociedad es bien difícil, porque todavía existen muchos tabúes y las personas deben comprender que es un tratamiento de manera crónica, ya que es una condición  y aunque puede que no lo vean convulsionar, el medicamento está haciendo el efecto que necesitamos, que no convulsione”.

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Es importante tener la historia clínica y el examen físico, además de los exámenes de gabinete a mano (electro encefalograma y la resonancia) para poder determinar la causa de la epilepsia); después contar con el apoyo del Servicio de Genética con los estudios de los paneles compresivos de epilepsia y éxomas.

La especialista recomendó a los padres estar muy pendientes de la crianza de los niños y ante cualquier señal de alarma ir con su pediatra, que es su primer médico de cabecera. Ante cualquier duda, se le hace una referencia oportuna a neurología.

Estos datos se dieron a conocer en la presentación “Síndromes Epilépticos Genéticos” abordado en el Simposio de Pediatría, previo al III Congreso Médico en Ciudad de la Salud, Denominado Genética, Cáncer y Algo más.

Nota: Tharyn Jiménez V.

Video: Melvin Zeballos

Fotos: Marco Tejada