El complejo proceso de alimentación hospitalaria

En un centro hospitalario se procesan y transforman los alimentos de acuerdo a estándares técnicos científicos para obtener un producto con atributos dietéticos, según las especificaciones de cada paciente.

La Licenciada Angela de Salas, jefa del departamento Nutrición y Dietética, del Hospital Irma De Lourdes Tzanetatos, explica que si bien, se establece una dieta relativamente general para los hospitalizados, sin embargo, se debe tener en cuenta en forma permanente, la preparación especial de comidas específicas para pacientes que mantienen una condición de salud que requieren de ciertos cuidados en la ingesta de alimentos.

El proceso de alimentación hospitalario, no es sencillo. Todo inicia con las órdenes de dieta indicada por los médicos de sala. Estas son enviadas al departamento de Nutrición y Dietética que inicia a las 5:30 de la mañana la recepción de dichas órdenes de dieta provenientes de las salas, la organización y planificación de las servidas para proporcionar el desayuno a los pacientes aproximadamente a las 8:00 de la mañana.

Este proceso se repite antes de mediodía, cuando nuevamente la auxiliar de alimentación actualiza las listas de dieta, reportando la novedad de cambio de dietas y número de pacientes para la entrega del almuerzo alrededor de a las 12:00 mediodía.

El protocolo hospitalario impone también que sobre las 1:00 de la tarde la auxiliar de alimentación lleve a cabo una tercera revisión que le permite saber la cantidad de pacientes y cualquier cambio en las dietas. Este proceso culmina con la cena que se ofrecida desde las 4:30 de la tarde.

Las dietas hospitalarias son planes de alimentación mediante los cuales se seleccionan los alimentos más adecuados, para garantizar que un paciente hospitalizado mantenga o alcance un estado de nutrición óptimo con efecto terapéutico, de mantenimiento o preventivo.

Este tipo de dietas son un elemento esencial del proceso de recuperación del enfermo, que parte de sus necesidades y restricciones, de ahí que su naturaleza sea esencialmente individualizada. Un enfermo puede necesitar una dieta corriente similar a la de una persona sana, mientras otros, por el contrario, necesitarán una restricción en la ingesta de los tipos de alimentos y las cantidades.

Concluyó Salas que hay pacientes que no necesitan un régimen dietético especial, debido a que no tiene déficits nutricionales ni su enfermedad demanda el control de determinados nutrientes, pero vigilando un estado de nutrición optimo con una dieta normal. En los casos especiales, entonces se aplica una dieta terapéutica, que es un plan de alimentación adaptado a las características del enfermo y que es parte importante de su tratamiento médico.

CRITERIOS ESPECIALIZADOS SOBRE LA DIETA HOSPITALARIA

La OMS y otros organismos especializados como euroinnova, nos señalan que la clasificación dietética por categorías de cualquier proceso de alimentación hospitalaria conlleva la existencia de criterios sobre una dieta terapéutica.  Tal y como sucede en cualquier hospital, existe un variado componente dietético según sean los diversos casos de morbilidad que mantengan los pacientes hospitalizados. (Recuperado: https://www.euroinnova.com/nutricion/articulos/tipos-de-dietas-hospitalarias)

En el HIDLT y como es aplicado en todos los hospitales, se proporcionan dietas de progresión observada en tres formas: Dieta líquida, semilíquida y blanda. La líquida es dada a personas que no necesitan estimulación gastrointestinal. La semilíquida de composición líquido-pastosa y la dieta blanda, frecuente en la transición hacia una dieta normal.

Igualmente, en este tema de la alimentación hospitalaria, los especialistas concluyen en que se atienden otras dietas con restricción de alimentos y calorías, pero manteniendo nutrientes esenciales. Dietas con restricción glucémica en la que se restringe las calorías diarias, se orienta más, sobre la ingesta de carbohidratos. Dietas con modificación de la ingesta proteica, además de las dietas hipoproteica, dietas hospitalarias bajas en proteínas para personas con enfermedad renal, dieta hiperproteica: en sentido contrario de la anterior, esta dieta aumenta la cantidad diaria de proteína que ingiere una persona. Se aplica en caso de personas desnutridas, con infecciones, cáncer o VIH.

Existe una extensa fuente bibliográfica e infográfica sobre las diversas dietas que se aplican a los pacientes hospitalizados entre estas destacan: la dieta sin gluten: el gluten es una proteína presente en muchos cereales. La dieta sin gluten la suelen seguir las personas celíacas, que son intolerantes a esa proteína. Dietas con modificación de lípidos. Dieta hipolipídica: se aplica en enfermos que tienen colesterol y triglicéridos altos. Dieta de protección biliopancreática: recomendada para personas con enfermedades de la vesícula biliar o con pancreatitis. Se restringe significativamente la ingesta de grasas. Dietas con modificación de fibra.  Dieta sin residuos: dieta muy baja en fibra, lactosa y grasas. Se usa frecuentemente antes de operaciones del colon que requieren limpieza del intestino grueso. Dieta astringente: también es una dieta sin residuos, orientada de forma habitual a personas con gastroenteritis o con otras enfermedades que causan diarreas. Dieta laxante o rica en residuos: si con las dos anteriores dietas hospitalarias se evitaba la fibra, con la dieta laxante vamos aumentar su ingesta y también la de líquidos. Es común su uso en casos de estreñimientos. (Recuperado:  https://www.quironsalud.com/hospital-la-luz/es/pacientes-visitantes.ficheros/2984350 Manual%20Dietas%20La%20Luz%202023.pdf)

Reportaje y fotos: Gonzalo Delgado Quintero