Sanadora experiencia: honrar la memoria de un ser querido
La memoria almacena como un álbum de fotografías a aquellas personas que han fallecido y que escribieron con letras de oro, su historia en nuestro corazón.
Estos momentos, no se diluyen en las arenas del tiempo, muy por el contrario, sus recuerdos se estimulan con sonidos, sabores o aromas, como cuando percibimos el olor a café recién hecho que nos rememora a la abuela, esa viejita que, entre besos y regaños, convertía su hogar en el paraíso de verano de un grupo de niños, que se llamaban primos entre sí.
O esa canción que nos trae a la mente a la amiga, que disfrutaba de las alegrías de la vida y ni hablar de cuando vienen las fiestas navideñas y se pone la mesa con viandas y aparecen entre los presentes, las anécdotas del papá o la mamá ausente.
Y es que hay personas cuya esencia se queda con nosotros independientemente del tiempo de su partida física. Pero, ¿cómo podemos honrar su memoria sin que se convierta en un mal llevado duelo extendido?
La psicóloga Mayra Holligan indica que el duelo, es un proceso natural que permite a las personas adaptarse a la pérdida.
Resalta que el desarrollo del mismo, implica reconocer el dolor, adaptarse a una vida sin la persona querida y, eventualmente, encontrar una nueva forma de relacionarse, con su memoria.
Y es que tal como nos detalla la profesional de la salud que labora en la Policlínica «Presidente Remón» de la Caja de Seguro Social, honrar la memoria de un ser querido, puede convertirse en un proceso profundamente sanador, siempre que se mantenga dentro de un equilibrio emocional saludable.
Destacó que existen algunos principios que pueden ayudar a lograr a llevar bien este proceso entre ellos, aceptar y procesar la pérdida para evitar el estancamiento en el duelo.
Dijo que permitirnos sentir el dolor y darle un espacio en nuestras vidas, ayuda a que las emociones se procesen, en lugar de reprimirlas.
Añadió que es útil identificar formas saludables de recordar y honrar a la persona en lugar de quedarse en la negación.
Como el caso de Estela Díaz (a quien le cambiamos el nombre porque quiso hacer esta obra en silencio), quien donó un instrumento musical en recuerdo de su padre, que siempre le contaba lo feliz que era cuando participó en una banda de música.
Otros como Juan Solís (también se le cambio el nombre), que en fiestas como el día del cumpleaños de su madre, o de los difuntos, asiste y le coloca flores a su féretro, pero no solo eso, paga para que le hagan una limpieza, a una tumba que se ve sucia, porque nadie la visita.
La psicóloga Holligan reconoció que superar el duelo es un proceso gradual y personal, y algunas actividades pueden ayudar a procesar las emociones, recordar de manera sana y encontrar un nuevo equilibrio.
Destacó que entre las actividades que pueden ser de apoyo en la resolución del duelo y que recomienda, es la escritura de un diario.
Señaló que llevar un diario permite expresar pensamientos y emociones que a veces no se pueden verbalizar, como el escribir cartas al ser querido.
Concluyó que recordar momentos especiales y registrar el propio proceso, ayuda a liberar el dolor y a reconocer el avance hacia el camino de la sanación.
Reportaje: Diamar Díaz Nieto