Genes y conducta: conoce su relación

La genética juega un papel importante en la formación del comportamiento y la conducta humana, ya que los genes tienen instrucciones para regular el cuerpo y actúan en el desarrollo del cerebro; aunque no es el único factor determinante, también lo es el ambiente.

«En el proceso del desarrollo de la persona hay algunos puntos claves sobre cómo los genes se activan y se desactivan e influyen en nuestro comportamiento», explicó la Dra. Vanessa Flores Ordoñez, psiquiatra de la Policlínica Don Alejando de la Guardia, Hijo.

Uno de los puntos son los rasgos heredados: los mismos pueden determinar ciertos rasgos físicos y psicológicos, como la inteligencia, la personalidad y la predisposición a ciertas enfermedades mentales; por ejemplo, hay personas que tienen una alteración de algún cromosoma, que produce menos serotonina, por ende, su depresión puede ser crónica y necesitará un tratamiento prolongado.

Por otro lado, es fundamental la interacción con el ambiente: Los genes no actúan en aislamiento; interactúan con el entorno para moldear el comportamiento; ejemplo de esto es, un gen que aumenta la predisposición a la agresividad puede manifestarse de manera diferente dependiendo de las experiencias y el entorno del individuo.

En este campo se han desarrollado estudios con gemelos idénticos y fraternos, los cuales han sido un código esencial para entender la influencia genética en el comportamiento.

Estos estudios han demostrado que los gemelos idénticos (que comparten el 100% de su material genético) son más similares en términos de comportamiento que los gemelos fraternos (que comparten alrededor del 50% de su material genético), ahondó la profesional.

Los genes pueden influir en la producción y regulación de neurotransmisores, que son las sustancias químicas que transmiten señales en el cerebro y afectan el estado de ánimo, la emoción y el comportamiento.

«En resumen, es válido destacar que, aunque los genes tienen una actuación significativa en el comportamiento humano, la interacción con el ambiente y las experiencias personales, también, juegan un papel crucial en la formación de nuestra conducta», concluyó la Dra. Flores.

Nota y fotos: Giovanna Rodríguez Cáceres