Cistoscopia: en qué consiste y cuándo es prudente realizarla

La cistoscopia es un examen que se realiza tanto a hombres como a mujeres, consiste en introducir un instrumento en forma de tubo, muy delgado, con un lente y una luz bastante potente, por la uretra hasta la vejiga, esto permite evaluar claramente la anatomía de la vejiga y la uretra, en el caso de los varones también la próstata.

Este estudio se hace cuando el paciente presenta frecuentes infecciones urinarias, incontinencia, sangre en la orina, micción dolorosa, necesidad de orinar muy seguido o vejiga hiperactiva; también, para descartar cálculo, inflamación o cáncer en la vejiga y, además, ayuda a diagnosticar agrandamiento de la próstata, explicó el Dr. Cleveland Beckford, urólogo de la Policlínica Don Alejandro de la Guardia, Hijo.

Indicó que este procedimiento, de forma general, es bien tolerado por los pacientes; dura alrededor de 30 minutos y se utiliza anestesia local para personas mayores; pero a los hombres de menos de 60 años se les aplica la anestesia total: «ya que tienen menos tolerancia a soportar el examen».

Hay pacientes que presentan algunas anomalías después de la cistoscopia, por ejemplo, no poder orinar y sienten que la vejiga está llena, también ardor o dolor. Si estos síntomas duran por más de 24 horas deben buscar atención médica de inmediato.

El Dr. Beckford enfatizó que «en resumen la cistoscopia es un examen bastante tolerable en la mayoría de los casos; además, es parte de los estudios diagnósticos que, en ocasiones, se utilizan en urología, para determinar la naturaleza de la patología en cuestión».

Nota y fotos: Giovanna Rodríguez Cáceres