Detecte y trate los trastornos de lenguaje en niños

Desde los primeros meses de vida, los bebés comienzan a desarrollar habilidades que les permiten comunicarse, ya sea mediante gestos, sonidos o palabras, sin embargo, cuando el habla no evolucionan como se espera, pueden aparecer trastornos de comunicación que afectan tanto al niño como a su entorno familiar y social.

Cecilia M. Moreno, jefa del Departamento de Fonoaudiología de la Policlínica “Dr. Carlos N. Brin”, explica que los trastornos de comunicación incluyen dificultades tanto en el lenguaje, como un léxico limitado o incorrecto, como en el habla, cuando la comunicación se limita a sonidos no articulados.

Detección temprana: clave para el desarrollo

Los trastornos de comunicación pueden detectarse desde los primeros meses de vida. Es fundamental estar atentos a señales como la falta de balbuceo, retrasos en las primeras palabras o dificultades para comprender instrucciones simples. Factores como lesiones cerebrales, pérdida auditiva, labio leporino o frenillo sublingual pueden desencadenar estos problemas, y requieren atención médica especializada.

La detección temprana es esencial, ya que permite implementar un plan de tratamiento personalizado, que puede incluir evaluaciones audiológicas, terapias de estimulación del lenguaje y controles regulares para asegurar el progreso. “Es fundamental que los padres busquen ayuda profesional ante cualquier señal de retraso en el desarrollo del lenguaje”, enfatiza Moreno.

Impacto en la vida del niño y su entorno

El impacto de un trastorno de comunicación no se limita al niño; también genera frustración en los padres, que pueden sentirse incapaces de entender las necesidades de sus hijos. Además, los maestros enfrentan desafíos adicionales al tratar de integrarlos al entorno escolar. Sin tratamiento, los niños pueden experimentar bajo rendimiento académico, dificultades para socializar e incluso comportamientos desafiantes, derivados de la frustración de no poder comunicarse.

Recomendaciones para padres y cuidadores

Moreno subraya la importancia del apoyo familiar como complemento del tratamiento profesional. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Participar activamente en las terapias de lenguaje, reforzando en casa los ejercicios propuestos.
  • Usar juegos didácticos que estimulen la creatividad y el desarrollo del lenguaje.
  • Fomentar actividades que trabajen tanto la motricidad fina como la gruesa, esenciales para mejorar las habilidades de comunicación.
  • Mantener una comunicación constante con el fonoaudiólogo para evaluar avances y ajustar estrategias.

El rol del fonoaudiólogo: un pilar en la rehabilitación

La labor del fonoaudiólogo es crucial en la rehabilitación de niños con trastornos de comunicación. “Tenemos la gran responsabilidad de prevenir y tratar alteraciones del lenguaje, habla y audición, devolviendo a los niños la oportunidad de comunicarse de manera efectiva y desarrollar su potencial”, añade Moreno.

Este enfoque integral no solo beneficia al niño, sino que también impacta positivamente en la dinámica familiar, reduciendo los niveles de estrés y mejorando la interacción diaria.

Un futuro lleno de posibilidades

Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, los niños con trastornos de comunicación pueden superar muchas de las barreras que enfrentan, logrando integrarse plenamente en la escuela y la sociedad. La clave está en actuar a tiempo, brindando a los niños las herramientas necesarias para expresar sus pensamientos, emociones y necesidades, asegurando así un futuro prometedor.

El mensaje de Moreno es claro: “No se trata solo de palabras o sonidos, se trata de darle a un niño la capacidad de conectar con el mundo que lo rodea. Esa es nuestra mayor misión.”

Nota: Jean González

Fotos: Cortesía