Vacunas y COVID-19
Vacunarse ha sido importante desde que se descubrió la primera forma de inmunizar a un ser humano contra una determinada enfermedad. Al día de hoy en 2021 se han erradicado varias enfermedades que cobraron muchas vidas en décadas anteriores, tal es el caso de la viruela, que en el 2020 se conmemoró el 40 aniversario de su erradicación, la difteria el tifus, la poliomielitis y el sarampión, por mencionar algunas.
Esta información fue compartida por la Lcda. Rosa Felipa, comunicadora científica en la ULAPS “Prof. Carlos Velarde”, a modo de introducción para ilustrar a los pacientes, y que conocieran qué son las vacunas, tipos existentes y la importancia de vacunarse. Además, cómo estos descubrimientos a través de la historia lograron prevenir enfermedades, muerte y prolongar la salud de la población mundial.
Durante la presentación, la Lcda. Rosa Felipa, encargada de Consulta Farmacéutica en la Ulaps de San Cristóbal, alentó y ofreció información a los pacientes sobre la efectividad e importancia de las vacunas contra el coronavirus SARS-CoV-2.
En particular se centro en ofrecer información sobre la situación actual de la pandemia por COVID-19 y animó a los presentes a que se vacunen, ya que en Panamá se tiene disponible y de forma gratuita dos de las mejores vacunas contra esta enfermedad, las de Pfizer y AstraZeneca.
Destacó que la fabricación de la vacuna de Pfizer se basa en el ARN mensajero, que tiene una eficacia del 96% y requiere de dos dosis para logar el efecto de inmunidad; de allí que todo el que se pone una dosis deberá colocarse la segunda y esperar de dos a tres semanas después de la segunda dosis para garantizar su efectividad.
Con respecto a la vacuna de AstraZeneca, dijo que la misma consiste en inocular un adenovirus inocuo, para que el organismo reaccione y genere anticuerpos para el futuro, también se requiere de dos dosis con 28 días de diferencia.
Ambas se aplican en el músculo de la parte superior del brazo y entre las reacciones adversas esperadas están dolor muscular y en las articulaciones, náuseas, fiebre leve, dolores de cabeza y, más comúnmente, dolor en el sitio de inyección.
El desarrollo de esta dinámica logró aclarar las dudas de los asegurados sobre las vacunas contra la COVID-19 y, sobre todo, se consiguió que comprendieran que, aunque la vacuna está disponible para todos, no deben dejar de practicar las medidas de bioseguridad que complementan la protección de cada individuo para bloquear la expansión del virus, que se propaga muy rápido y tiene mortalidad media; que ha dejado más de 4.3 millones de muertes confirmadas a nivel mundial.
Nota / Fotos: Rina Rodríguez de Subía