Procesos para la pasteurización de la leche materna proveniente de madres donantes
Los beneficios de los bancos de leche materna son muchos. Los bebés prematuros y los que han nacido con bajo peso s196e caracterizan por tener un sistema digestivo inmaduro y necesitan la leche materna, que es más digestiva, para alimentarse y absorber correctamente todos los nutrientes.
Gracias a muchas madres generosas, denominadas donantes de leche, se puede dar respuesta a estos neonatos que, por diferentes condiciones de salud, requieren de este alimento, para subsistir, debido que sus madres no los pueden amamantar.
La leche materna donada, requiere de un proceso de pasteurización para poder suministrarla a estos niños.
El Dr. Hermes Pimentel, Jefe del Servicio de Neonatología y del Banco de Leche Humana Pasteurizada del Hospital “Irma de Lourdes Tzanetatos”, informó que en esta instalación se llevó a cabo la primera pasteurización, proceso que consiste en eliminar el 100% de los microorganismos patógenos de la leche materna cruda, para proporcionarla al neonato, de acuerdo a la prescripción médica.
Actualmente hay 34 donantes activas y aproximadamente ocho donantes nuevas, las cuales están en espera de visitas domiciliarias y 14 receptores (neonatos) diarios que se han visto beneficiados.
Pero, ¿cómo se origina el proceso de pasteurización?
El proceso de pasteurización inicia con la recolección de la leche en las residencias de las donantes –quienes la ofrecen de forma gratuita y altruista- la cual ha sido vertida en un frasco con tapa completa, para ayudar a preservar todos sus nutrientes a través de estrictas medidas de salubridad.
Posteriormente, es congelada en las neveras de las casas de las donantes, para luego ser colectada por el personal del banco de leche, quienes realizan rutas de recolección en los hogares o lugares de trabajo.
Una vez entregada, se procede a la limpieza de cada frasco con alcohol al 70% y se congela nuevamente, hasta el día que se realiza el proceso de pasteurización.
El día de la pasteurización, tras descongelarse el contenido, se visualiza si hay presencia de suciedad o impurezas, descartándose las leches impuras. Se toma una muestra, la cual es llevada al área de titulación, donde se valora la acidez requerida, dentro de un rango que permita ser ingerida por los neonatos.
Se examina nuevamente el alimento materno, para ser reenvasado e iniciar la pasteurización. La leche debe de estar en temperaturas variantes entre calor y frío, para eliminar cualquier virus o bacteria. Posteriormente, pasa por el control microbiológico que consiste en realizar cultivos microbiológicos a cada frasco pasteurizado.
La leche materna procesada en el Banco de Leche Materna conserva, en gran medida, las propiedades nutritivas e inmunológicas que hacen de la leche humana un producto insustituible en la alimentación del niño prematuro.
Por otro lado, se trata de un producto seguro en cuanto al riesgo de transmisión de infecciones, debido a:
• El estricto control en la selección de la donante.
• El cumplimiento, por parte de la donante, de normas higiénicas y de instrucciones para la extracción de la leche.
• El proceso de pasteurización de la leche, antes de su dispensación.
• Los estrictos controles microbiológicos, antes y después, de su procesamiento.
Nota: Zoraida Sánchez
Foto: Fermín Rodríguez