Cotizadores, motores de la gestión administrativa para llevar salud

Ha pasado un poco más de un año desde que se anunció el primer caso de la COVID-19 en Panamá, por lo que las estrategias de salud y las medidas sanitarias se encaminaron a la lucha contra esta pandemia.

Durante este tiempo el personal de salud ha estado al frente del campo de batalla, que unidos a profesionales de distintas ramas se han sumado como brazo de apoyo para la prevención, detección y atención de la población.

Entre estos profesionales están los cotizadores, grupo de colaboradores de la Caja de Seguro Social (CSS), cuyos campos de batalla han sido sus puestos de trabajo, para que a la institución no le falten los insumos y los elementos necesarios, para la lucha contra la COVID-19.  

Para conocer un poco de su labor, y escuchar los diferentes ángulos de trabajo, se entrevistó al Lcdo. Luis Méndez, jefe de compras del hospital Hogar La Esperanza, en Veracruz; Sherill Guerra, cotizadora en la agencia de La Chorrera, y Misliana Arosemena, de la Coordinación Administrativa, en Panamá Oeste.

«La labor de un cotizador es gestionar toda la adquisición de compras que necesite la institución, y trabajamos basándonos en lo que el servicio quiere, de acuerdo a su necesidad, pidiéndole al proveedor que nos cotice los insumos para la institución», manifestó el Lcdo. Méndez.

El proceso inicia cuando llega la solicitud del peticionario al servicio de Compras, se verifican todos los datos de la requisición: desde el monto hasta las partidas presupuestarias, los documentos que deben estar adjuntos y los vistos buenos (firmas), que luego de las verificaciones y una vez asignado el cotizador, hace su programación para darle fecha al acto público.

«Antes del Portal Panamá Compra, el cotizador invitaba al proveedor -señala Méndez- tenía que llamar para saber quién vendía el insumo, producto o servicio, era más complicado; sin embargo, con el nuevo sistema tenemos cotización en línea y ayuda al cotizador y al trámite de la compra, que está ubicada en la página web, y permanece allí por un tiempo, lo que hay mayor cantidad de proveedores que ofertan directamente».

«En los primeros meses de pandemia el servicio de Compras en el hospital de Veracruz pasó momentos duros, porque la anterior jefa falleció por COVID-19, la secretaria se contagió y solo estaba una cotizadora que sacaba el trabajo», dijo.

Agregó que «luego de mi llegada en el mes de julio, hicimos horas extras para sacar adelante todas las necesidades de la unidad ejecutora, ya que el proceso de cotización se centra en la compra de insumos para la nutrición de los pacientes hospitalizados; y solo guantes, mascarillas y artículos de limpieza, hemos tenido que solicitar por la demanda en pandemia, porque los insumos médico quirúrgicos, se adquieren de los almacenes centrales 10-10 y 10-15».

En cambio, en la agencia de La Chorrera, con nueve años de experiencia como cotizadora I, Sherril Guerra es la que hace todo el ciclo: la cotización la sube al Convenio Marco, a Safiro, a Siscom, recibe la mercancía, hace el informe de recepción, pregunta en el depósito si se están agotando las resmas de papel, y en base a un cálculo trimestral trae más páginas, dependiendo de si la empresa no falla, también ve cómo está el mercado, en cuanto a precio, y de allí va sacando el presupuesto, para verificar si alcanza para la compra de esas páginas, ya que los costos, debido a la pandemia, han subido y se han duplicado.

Compartió: «Lo más difícil de trabajar es que antes de hacer una compra, hay que averiguar la calidad y el tamaño del componente, y no es comprar cualquier cosa, hay que ser muy minucioso a la hora de comprar; sin embargo, lo más grato es al momento de entregar al compañero en su puesto de trabajo las herramientas para que continúe con su trabajo».

Por otra parte, Misliana Arosemena en la Coordinación Administrativa de Panamá Oeste, expresó: «Durante la pandemia ha sido un reto trabajar los trámites de compra, en vista de que había empresas cerradas, pero aun así el departamento se vio comprometido, pues sabíamos que dependían de nosotros muchas personas enfermas de la COVID, aparte de las situaciones de salud del personal, el Departamento de Compras no paró sus labores y tuvimos que venir a trabajar de manera regular».

«En Compras hay que ser un colaborador comprometido -señala- y lo más difícil para nosotros es que, por las leyes, exigen una serie de documentación y, a veces, los procesos se tardan, ya que dependemos de los peticionarios y de los proveedores; a pesar de ello, resulta gratificante cuando se logra que las órdenes de compra sean aprobadas y que lleguen a muchas personas, no solo los externos sino los internos, como un médico o una enfermera».

«Por la pandemia tuvimos que innovar muchas cosas, un día teníamos que ver con el alquiler de toldas y aprender en el día, hacerlo en el día y tramitarlo en el día, ya que se convirtió en urgencias, o el caso de los guantes, que actualmente está desbastecido, el reto es constante, estar buscando por todos lados las cosas que no hay, para darle respuesta a la población».

En la Coordinación Administrativa, actualmente, cuenta con 4 cotizadoras, más una en entrenamiento, quienes llevan la responsabilidad de seis unidades ejecutoras: Capira, Guadalupe, El Tecal, Vista Alegre, Vacamonte y la Coordinación Administrativa.

En el Día del Cotizador, celebrado el 15 de mayo, se extiende un saludo a todos los cotizadores que han dado más del 100 % durante este tiempo de pandemia, ya sea de hospital, agencia o coordinación administrativa, su labor es bastante fuerte, de mucha responsabilidad, para que no falte lo necesario para atender los casos de enfermedad, que ha ocasionado tanto daño y luto a nivel nacional, y a compañeros de la institución.

Nota de prensa y foto: América Tuñón