“Detox” de las redes sociales: para evitar la ansiedad y la depresión
«Servicio de la sociedad de la información que ofrece a los usuarios una plataforma de comunicación a través de Internet para que estos generen un perfil con sus datos personales, facilitando la creación de comunidades con base en criterios comunes» es parte de la definición que ofrece la Real Academia Española (RAE) sobre las redes sociales.
La RAE también destaca que permiten las redes la comunicación de sus usuarios, «de modo que pueden interactuar mediante mensajes, compartir información, imágenes o vídeos, permitiendo que estas publicaciones sean accesibles de forma inmediata por todos los usuarios de su grupo».
Aunque son grandes herramientas comunicacionales, las redes sociales pueden generar en algunas personas ansiedad emocional y hasta depresión.
Situaciones como observar fotos de amigos o de celebridades que viven en eternas vacaciones con ropa de moda, puede hacer que quienes estén prestando atención a estos actos, sientan que se están perdiendo de todo lo bueno, mientras que otros sí disfrutan de la vida.
La licenciada en psicología, Mayra Holligan, quien labora en el Departamento de Salud y Seguridad Ocupacional de la Policlínica «Presidente Remón”, de la Caja de Seguro Social, explicó que en la actualidad hay menos tolerancia a las frustraciones, lo que está generando trastornos de salud mental, siendo uno de ellos la depresión.
La profesional resaltó que esas “reacciones” repercuten en sus emociones y en el aprecio o consideración que tienen de sí mismos.
De sentir que se es presa de los contenidos y de estar cayendo en una escalada de igualación, con la tensión adicional de querer tener una vida que, ante los ojos de los demás, sea “atractiva”, sugirió desconectarse, haciendo una desintoxicación o “détox” cada cierto tiempo, de esas plataformas.
También recomendó mirar su alrededor con otro prisma y ser más objetivos con las situaciones que les rodean.
La licenciada Holligan reconoció que la salud mental tiene un impacto directo en nuestra forma de pensar, sentir y actuar.
Agregó que, además, determina cómo respondemos ante el estrés, cómo nos relacionamos con otras personas y cómo tomamos decisiones y afrontamos las diversas situaciones que se nos presentan en el día a día.
Por todas estas razones, confirmó que es importante cuidar la salud mental, así como cuidamos de nuestro cuerpo.
Detalló, en el caso de la depresión, que esta enfermedad no distingue edades; que, en medio de esta pandemia, hay niños que están padeciendo de la misma, en especial porque ellos aprenden jugando y ahora están limitados por el confinamiento.
Determinó que los adultos mayores también pueden sufrir de este mal, puesto que se sienten temerosos al ser una población vulnerable.
«Los abuelos necesitan que los visiten, que pasen tiempo con ellos; pero con las medidas de seguridad hemos tenido que, para cuidarlos, apartarlos, y eso ha afectado a un importante número de personas mayores», agregó.
Añadió que entre los que están en la llamada “edad productiva” -entre los 20 y los 50 años- también hay afectados, al haberles cambiado el sistema de vida, y con estos procesos hay muchas exigencias.
Como una forma de apoyo para evitar la depresión, licenciada Holligan explicó que es importante, independientemente de la edad, comunicar las emociones, y para ello deben dialogar con una persona que les trasmita confianza, para expresar los sentimientos, pensamientos y situaciones que estén atravesando y las consideren difíciles.
También, practicar el agradecimiento y el decidir perdonar; puesto que, olvidar una ofensa, permite a quien lo hace, ser libre de la carga del rencor; para, de esta manera, llevar una vida más tranquila.
A la vez, destacó lo ventajoso de decir palabras amables, ya que esas frases se convierten en pensamientos y acciones positivas.
Por último, instó a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, dándole la oportunidad a nuevos proyectos y a retarse a hacer actividades que regularmente no haría, pero que son de mucho provecho, y que no necesariamente están en el internet o en las plataformas masivas de comunicación.
Reportaje: Diamar Díaz Nieto