Confinamiento deja secuelas en edades pediátricas

La crisis socioeconómica mundial provocada por la pandemia de COVID-19, ha sido una  de las peores en los últimos años, siendo la población pediátrica, una de las más vulnerables en presentar secuelas y complicaciones, pero éstas se han relacionado más con el confinamiento que con la infección viral en sí, explicó el Dr. Iván Antonio Wilson, médico pediatra de la Policlínica «Dr. Carlos N. Brin»

En niños y adolescentes el COVID-19 se describe generalmente más leve en comparación con edades adultas, solo los pacientes con afecciones crónicas como: problemas cardíacos, pulmonares, enfermedades hemato-oncológicas, desnutrición, obesidad, problemas renales, entre otros, están en riesgo de mayores complicaciones, de allí la importancia de la vacunación.

Algunos estudios realizados en diferentes países, revelan que se ha incrementado el consumo de refrigerios, el consumo de alimentos ultra procesados, el aumento del sedentarismo, tiempo frente a las pantallas, y la desregulación del sueño, lo cual ha exacerbado la epidemia de obesidad y están luchando en un ambiente desfavorable para mantener estilos de vida saludables.Además de los problemas relacionados a la nutrición, existen otras secuelas asociadas al confinamiento entre estas:

  • Trastornos emocionales y psicológicos (depresión, ansiedad, falta de socialización con pares, ideas suicidas, entre otras)
  • Retraso en los esquemas de vacunación
  • Incumplimiento de las citas de Crecimiento, y desarrollo y controles de salud
  • Problemas cognitivos y de aprendizaje
  • Suspensión de actividades no esenciales

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Es importante estar alertas ante la aparición de síntomas que pueden sugerir que nuestros hijos afrontan algún tipo de alteración física, psicológica, emocional o de su crecimiento y desarrollo como:

  • Irritabilidad
  • Cambios en la conducta
  • Aislamiento
  • Disminución de la concentración
  • Trastornos del sueño
  • Ansiedad
  • Conflictos interpersonales
  • Depresión
  • Enojo
  • Aumento de peso

“Como pediatras, requerimos de la colaboración, en especial de los padres de familia, en identificar en forma oportuna cualquier indicio que sugiera algún problema en sus hijos” concluyó el Dr. Wilson.

Nota: Jean Carlos Gonzalez Remond

Fotos Cortesía Pixabay.com