Cuando la fe y entusiasmo es más grande que las limitaciones físicas
Eran las 4:00 p.m., del 30 de mayo de 2021, en la zona boscosa de Chucunaque en Darién; El día era lluvioso, el camino atestado en lodo, curvas peligrosas y sobre ella se movilizaba en pick up que retornaba de la jornada con destino al corregimiento de Zapallal.
En el auto se transportaba Eriberto Marín, de apenas 17 años con un grupo de amigos; Agotados por el trabajo luego de vacunar terneros, iban desprevenidos, pero repentinamente en un abrir y cerrar de ojos fue lanzado del vagón donde iba. A metros quedó tendido mirando al cielo, consciente, pero sin poder movilizarse. ¿Qué pasó?, el auto se había deslizado sin control en una curva por las malas condiciones en que se encontraba el camino.
Intentó levantarse, pero el esfuerzo fue en vano. El auxilio llegó pronto y fue trasladado al centro de salud más cercano, luego al Hospital de Chepo, pero la complejidad de su caso lo llevó hasta el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid.
Le habían identificado fractura de cuatro vértebras dorsales: la T2,T3, T4 y T5. No en vano se sentía agotado y con mucho sueño. De inmediato entró al quirófano. Había pedacitos de huesos en todas partes de la columna, hasta en la médula. Pasaron las horas y la cirugía fue exitosa, se limpió la columna y se le atornillaron las vértebras T3 y T4.
La recuperación incluyó 28 días en el área de semi intensivo, consciente, pero sin mover el cuello; por completo había perdido la fuerza para moverse. Los neurocirujanos determinaron que su recuperación requería de fisioterapia, luego fue trasladado al Hospital Hogar de la Esperanza, para continuar con la mejoría de la mano de especialistas en rehabilitación y recuperación.
Recuperación
Las terapias se enfocaron en el fortalecimiento de brazos y tronco, durante seis meses, donde creció su deseo de recuperación, con el apoyo multidisciplinario del personal que labora en dicho centro hospitalario.
En medio de la pandemia la familia de Eriberto tuvo que mudarse a la capital, tras casi un año de hospitalización tenían que ayudarlo en la clases virtuales para que concluyera su bachiller en Informática, pese a sus limitaciones de movilización de los miembros inferiores su sueño de convertirse en arquitecto está vivo y crece.
Del Hospital Hogar de la Esperanza, donde recuperó la fuerza para mover los brazos y lograr el desplazamiento en una silla de ruedas para su aseo personal e higiene, tiene los mejores recuerdos, ‘me ayudaron mucho, los siento como una familia’.
De allí fue dado de alta el 22 de diciembre de 2021, con la salvedad de que su rehabilitación conlleva terapia ambulatoria. Para revertir esa atención dada por el equipo de especialistas regresó el pasado 14 de junio a celebrar su cumpleaños número 19. ‘De verdad quería volver a verlos’, dijo.
Con otro semblante y más optimista Eriberto Marín dice que su fe lo pondrá a caminar.
Paciente del Hospital Hogar de la Esperanza
Por lo pronto recibe terapia tres veces por semana en la CSS e ingresará al Instituto Nacional de Medicina Física y Rehabilitación Especial, ubicado en la Vía Centenario.
Testimonio
Yudeiyi Pittí, fisioterapeuta en el Hospital Hogar de la Esperanza, reconoció la gallardía de Eriberto, ‘le gustaba realizar una jornada de ejercicios completas ya que él sabía que entre más se esforzaba, más iba a conseguir un grado de independencia’.
Dice Pitti, ‘era esa independencia que tenía en Darién de que a pesar de su corta edad, realizaba labores en la finca del papá, entre ellas la de montar a caballo, entre otras actividades agropecuarias.
Ese ímpetu de Eriberto en lograr la recuperación, rehabilitación y reinserción es uno de los tantos casos que maneja el Hospital Hogar de la Esperanza, ubicado en Veracruz.
La instalación cuenta con 39 camas hospitalarias, 25 de medicina y 14 de psiquiatría, atiende servicios de apoyo como: odontología, fisioterapia, fonoaudiología, psicología, farmacia, laboratorio, nutrición y dietética.
Son los propios pacientes quienes dan testimonio del trabajo especializado que realiza el personal de la unidad luego de lograr su recuperación integral, compartió el Dr. Juan Carlos Pérez, director médico de la instalación.
Nota: Gilberto Soto
Foto: Cortesía.