Estimulación emocional temprana: seguridad y estabilidad para la adultez
“Cuando hablamos de estimulación temprana emocional, nos referimos a todo contacto de emociones y vínculos afectivos que se crea entre los padres y el bebé o niño”, dijo la Lcda. Sharon Rodríguez, estimuladora temprana en la Unidad Local Atención Primaria de Salud (Ulaps), “Sra. Lastenia Canto Solís, ubicada en Capira.
Añadió Rodríguez, que los lazos afectivos deben estimularse desde el embarazo. A partir del cuarto mes el bebé ya escucha, por lo que es valioso comunicarse (ambos padres), conversar con él y escuchar música.
Una vez que el niño llega el mundo, es necesario que los padres continúen prestando atención a las necesidades emocionales del niño, sobre todo, los primeros años de vida. Los padres deben saber que muchas veces el llanto del bebé no es solamente porque requiere de un cambio de pañal o tiene hambre, también llora porque quiere que lo abracen, acaricien, jueguen y hablen con él.
Todo esto contribuye a facilitar su adaptación al mundo exterior, reduciendo los niveles de ansiedad, mejorando su equilibrio; lo ayuda a ser tranquilo, curioso, despierto, independiente, hasta convertirse en una persona con una increíble inteligencia emocional.
Nota de prensa y foto: Edda Nereira