Demencia no siempre es alzheimer

El alzheimer, como tal, no es la única patología que afecta la conducta de un adulto mayor, comorbilidades crónicas casi siempre mal controladas, como la hipertensión, diabetes o dislipidemia, son enfermedades que, al igual que las isquemia cerebral, en ocasiones traen el deterioro progresivo de la memoria, señaló la Dra. Anneth Alberda, geriatra y gerontóloga en la Unidad Local de Atención Primaria de Salud, ULAPS Sra. Lastenia Canto Solís, ubicada en el distrito de Capira.

Inicialmente, la persona siente que olvida cosas, repite constantemente los temas, pierde objetos: llaves, lentes, celular, cambia su carácter, dice la especialista. Inmediatamente se presenten estas características en el adulto mayor se debe practicar un cribado (exámenes de tamizaje) de laboratorio para verificar las carencias de ciertas vitaminas: D, B o ácido fólico, las deficiencias de vitaminas pueden influir en las alteraciones de memoria.

Recalca la especialista que en los adultos mayores el insomnio, la ansiedad generalizada, la intranquilidad y la irritabilidad pueden ser llamados de atención. Probablemente, solo sea un problema de concentración o de agitación general, pero  algo está sucediendo, de repente no es estrictamente alzheimer; sin embargo, hay que detectar qué es lo que le sucede a la memoria.

Para prevenir el deterioro cognitivo es necesario mantener una vida activa, desarrollando ejercicio multicomponente físico de resistencia y flexibilidad, por lo menos durante 30 minutos, de 4 a 5 días a la semana. Evitar el consumo de alimentos procesados, cuidar el peso y tener la glucemia, colesterol y la presión en los niveles adecuados. «Hacer sopa de letras, leer mucho, estudiar o socializar, ayuda a preservar  a mantener la memoria».

Nota de prensa: Edda Nereira

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