Félix Barranco: ‘Mientras tenga lucidez seguiré honrando la profesión de médico’
Los tiempos en que el médico iba de casa a casa con su cabás (maletín médico) para atender una situación de emergencia familiar varió. El modelo de atención, en boca de los pacientes, hasta se despersonalizó.
Félix Barranco, médico general con 35 años de servicio y 26 en la Caja de Seguro Social, asiente un poco, pero de pie defiende la esencia del oficio. Con una lista en mano de pacientes agendados para visitar a través del Sistema de Atención Domiciliaria (SADI), Barranco hizo una pausa para hacer un análisis profundo y responsable, desde su punto de vista, sobre la medicina en Panamá y, de paso, advertir que ‘la mística pareciera se ha descuidado’.
Aunque la calidad de la atención no es negociable, enumeró varios factores que están incidiendo y que va desde el agotamiento laboral (síndrome de burnout) a lo que está expuesto a diario el personal de salud, impotencia, frustración y el ingreso de la tecnología en los consultorios, que en muchas ocasiones impide mirar a los ojos al paciente porque se debe aprovechar el mínimo tiempo para dejar todo registrado en el historial médico.
La cantidad de pacientes diarios agendados, por el incremento de la atenciones debido a que ahora ‘tenemos a una población más enferma’ sobre todo de aquellas crónicas no transmisibles; son algunos de los factores que enumeró como posibles causante de que algunos pacientes no estén satisfechos con la atención.
Para bajar esos niveles de ansiedad en ambas partes, el doctor de 64 años con maestrías en medicina integral y ambiental propone hacer cambios en el pensum académico de modo que los nuevos médicos tengan más cercanía a lo que será su realidad laboral, abordar a los médicos con grupos de terapia que les permita desintoxicarse del día a día y mantener esa humanización necesaria que tanta falta hace para que la recuperación del paciente sea integral.
Barranco, que también es coordinador del programa SADI en la Policlínica Dr. Santiago Barraza, es un fiel convencido de la que medicina es una carrera de ‘mucha satisfacción personal y de vocación’, factores que urge se martille a las futuras generaciones de que ‘siempre deben trabajar por el bienestar de la población’.
Vocación de servicio
A la pregunta, ¿De dónde le nació el interés de ser médico?, quedó mudo. Al poco rato reaccionó y dijo: todavía me sigo preguntando. ¿Le gusta lo que hace?, sino no estuviera aquí, ¡lo vivo!, respondió.
Lo dice con propiedad porque en los años que lleva de servicio le ha tocado subir, bajar lomas, recorrer caminos con lodo, sudar y atender. Y lo prefiere mil veces, antes que desarrollar funciones administrativas, comentó. Una demostración clara, son los últimos 10 años que lleva al frente del SADI en el que unas de las labores cruciales del programa es la visita domiciliaria periódica al paciente encamado.
‘Mientras tenga la energía, claridad y salud aquí estaré’, compartía luego de haber reemplazado una sonda a un paciente encamado de 89 años, con problema de próstota, en Biancheri No.2 del Coco, de La Chorrera.
Un poco antes, la gira del día acompañado de una enfermera, un técnico y una especialista en fisioterapia había comenzado en el ‘Home Care Camino Contigo’, que es una casa de descanso para ancianos, ubicada en la plaza 28 de noviembre en Barrio Colón. Allí el monitoreo médico de 9 pacientes es vital.
El primero en extenderle la mano al doctor para una medición de presión arterial fue ‘Camarón’, apodo que lleva Andrés Abelino Díaz de 76 años, un residente conocido en La Chorrera por la venta de camarones en su juventud, pero que ahora está postrado en espera de la visita periódica del doctor.
Las reflexiones del Dr. Barranco, quién lleva en la sangre la pasión por la profesión, se da en el marco del Día del Médico panameño que se celebra cada 21 de mayo, con motivo a la fundación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá y que gracias a esa gestión del Dr. Octavio Méndez Pereira, en 1955, se logró graduar el primer grupo de médicos de la universidad estatal que hoy día lleva su nombre.
El doctor al que sus propios compañeros elogian por su carisma y dedicación tiene claro que ‘el norte de todo médico debe ser el paciente’ y con ese principio se mantendrá siempre y cuando tenga la lucidez necesaria para continuar en el oficio.
A todos los profesionales de la medicina en la CSS en Panamá Oeste (81 especialistas y 137 médicos generales). ¡Felicidades en su Día!
Nota y foto: Gilberto Soto