Carmen Castillo y el reto del Siglo 21 como enfermera
En 32 años de servicio como enfermera, Carmen Castillo, no recuerda una fecha tan importante en su carrera, como fue el pasado, 20 de enero de 2021.
Ese día desde las 5.50 a.m. estaba preparada en la Policlínica “Dr. Santiago Barraza”, en La Chorrera, porque era la responsable de retirar y custodiar los ‘vial’ para iniciar el proceso de inmunización en el personal de primera línea que trabaja en una de las áreas del país más golpeadas por la pandemia de COVID-19.
Castillo sabía que viviría un momento histórico, porque era el retiro y aplicación de las dosis que empezarían a frenar la pandemia del Siglo 21, de la que solo la generación actual será testigo.
Luego de diez meses, con más de 300 mil casos confirmados en el país, de los cuales, en Panamá Oeste hay más de 60 mil casos reportados y arriba de 5 mil fallecidos en todo el territorio, Castillo dice que las dosis retiradas representan para ella una ‘luz de esperanza y el reto del siglo’.
´Nunca me sentí tan presionada por el nivel de responsabilidad que esto representa, porque abriga una esperanza; esperanza que recae en las enfermeras quienes históricamente trabajan en la inmunización de enfermedades’, compartió la enfermera, que es jefa del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), en la policlínica de La Chorrera.
Ese día, su jornada empezó temprano en espera de las dosis en el Regional del Ministerio de Salud.
Por bioseguridad no usaba la ‘cofia’ que la identifica como enfermera; pero ese día, por ser histórico se la colocó porque es parte de su indumentaria reglamentaria que la enorgullece de lo que hace.
Con los ‘vial’ en manos, y luego de atravesar calles sin limitaciones de tráfico porque iba fuertemente custodiada por unidades del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Panamá, Policía Nacional y el Sistema Nacional de Protección Civil, volvió a la policlínica de La Chorrera.
Allí la esperaba con ansiedad ese personal de primera línea que sería inmunizado.
‘Fue un protocolo de custodia de la vacuna nunca antes visto, lo que representa su nivel de importancia para el país’, explicó.
Con tino inició el proceso de vacunación, ya que los primeros en recibir la dosis ya estaban seleccionados.
Era personal asignado al Hospital Campaña, que es la nueva instalación para la atención de pacientes COVID-19, entre ellas, Aura Ávila, enfermera coordinadora del PAI a nivel provincial, con 38 años de servicio y el Dr. Juan Ulloa, internista con 15 años de servicios.
Ambos dieron testimonios de fe en los alcances de la comunidad científica.
Eran las dosis más esperadas y que simboliza para la provincia, a largo plazo, el fin de la pandemia y para Castillo, el mayor de los retos.
Ese día no almorzó, pero pasadas las 6:00 p.m. se retiró de la instalación satisfecha de haber sido parte de la historia.
Ahora, solo queda esperar la remesa completa de las dosis para que el resto de sus colegas se sumen al equipo de batalloneros contra la pandemia.
Desde ya están organizadas en 20 equipos con capacidad de un ‘vial’ por enfermera (cada vial tiene seis dosis) para que sean aplicadas en menos de seis horas a igual de cantidad de pacientes.
El proceso o protocolo incluye media hora de reposo para observar posibles efectos adversos en el paciente.
A ese grupo ansioso, que pide la aplicación de la dosis la enfermera de 60 años y, a un paso de retirarse del sistema, pide a la población a que ‘tengamos paciencia para llegar a las fases; si tenemos paciencia se dará la cobertura a toda población, porque en eso, somos expertas’.
Nota: Gilberto Soto
Foto: Celibet Vera