Vitamina D, su socia vitamínica en las diferentes etapas de la vida
Su consumo adecuado trae múltiples beneficios en las diferentes etapas de la vida. La vitamina D es crucial para mantener en estado óptimo la piel, las defensas, huesos y hasta el buen de ánimo.
La licenciada en nutrición y dietética de la Caja de Seguro Social (CSS), Italia Farrier, explicó las diversas ventajas, según la edad, de mantener su buen aporte, sobre todo en los menores de edad y en los adultos mayores.
Manifestó que la vitamina D ayuda al cuerpo del niño a absorber el calcio y el fósforo de los alimentos, protegiendo el tejido óseo, favoreciendo, a su vez, la producción de hueso.
Su insuficiencia, por otra parte, dificulta el mantenimiento de los niveles adecuados de estos dos elementos minerales, lo que, en consecuencia, facilita la aparición del raquitismo.
Referente al raquitismo, expuso que es un trastorno en donde los huesos se ablandan, debilitan y deforman, causando dolor en quien lo padece.
El pequeño al que se le manifiesta raquitismo, presenta retraso en el crecimiento, retraso en las habilidades motoras, dolor en la columna vertebral, la pelvis y las piernas, además de debilidad muscular.
Para proteger los huesos del adulto mayor
La licenciada Farrier también especificó una serie de ventajas de que la persona en edad madura y el adulto mayor mantengan niveles adecuados de vitamina D en el cuerpo.
Indicó que previene en las personas que se encuentran en el otoño de su vida, la aparición de osteoporosis.
Sobre la osteoporosis aclaró que es una enfermedad en la cual los huesos se vuelven frágiles y más propensos a quebrarse.
Razón por la cual es ventajoso consumir este micronutriente, dijo que retrasa la pérdida del mineral óseo, ayudando a mantener este tejido fuerte para evitar fracturas, que resulten incapacitantes y, por ende, se pierda en la convalecencia gran parte de su independencia.
La nutricionista dietista expuso que otro de los beneficios de la vitamina D es que desempeña un papel esencial en el mantenimiento de la inmunidad natural, debido a que posee propiedades que reducen el riesgo de desarrollar infecciones respiratorias.
“Sin ella nuestro sistema inmunitario no podría combatir eficazmente a las bacterias y a los virus que lo atacan”, afirmó.
Igualmente destacó que tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y neuroprotectoras que contribuyen a la salud de nuestro sistema nervioso.
Sobre cómo alcanzar la ingesta correcta, admitió que son relativamente pocos los alimentos que contienen vitamina D en forma natural, y que entre las mejores fuentes están los pescados azules o grasos como la trucha, el pez espada, las sardinas, el salmón y el atún; así como los aceites de hígado de pescado.
Precisó que se encuentra presente en el queso, la yema del huevo y los hongos -especialmente en aquellos que se exponen a la luz ultravioleta- entre otros.
También, podemos encontrarla en formas de suplementos.
Un recurso natural que ayuda a obtener vitamina D, es la luz solar. La nutricionista señaló que la exposición responsable al sol, facilita su presencia puesto que nuestro cuerpo la produce cuando la piel descubierta se expone a los rayos solares.
Dentro de la industria alimentaria hay compañías que fortifican sus productos alimenticios tales como la leche, yogurt o bebidas vegetales, con este micronutriente; sin embargo, manifestó, que para mayor seguridad es importante leer la etiqueta nutricional de estos productos y así identificar si poseen ese componente adicional.
La licenciada Farrier finalizó subrayando la importancia de consultar al médico o nutricionista sobre la cantidad de vitamina D que requiere su condición de salud, para determinar cuáles son las fuentes de alimentos recomendadas y el tiempo exposición al sol correctos para llevar una vida saludable.
Nota: Diamar Díaz Nieto