Lo que hay que saber sobre la pérdida de audición y la sordera
En 2006 se llevó a cabo la Primera Encuesta Nacional de Discapacidad, donde se registró un total de 78 000 personas con problemas de sordera, hoy en día la Asociación de Sordos de Panamá (ANSPA) calcula que la cifra puede rondar las 100 000 personas, pero es muy importante conocer las diferencias entre pérdida auditiva y sordera.
La fonoaudióloga Cecilia M. Moreno, jefa del Departamento de Fonoaudiología de la policlínica “Dr. Carlos N. Brin”, de la Caja de seguro Social, explicó que la pérdida de audición ocurre cuando la persona presenta un problema con una o más partes del oído, tal vez pueda oír algunos sonidos o nada en absoluto, de igual forma puede mostrar dificultad para mantener o escuchar una conversación.
Por otro lado, cuando nos referimos a sordera es cuando la persona muestra dificultad o imposibilidad de usar el sentido del oído debido a una pérdida de la capacidad auditiva parcial o total. Estas personas no pueden mantener una conversación.
Es muy común que con la edad aparezcan problemas de audición. Este tipo de pérdida auditiva se llama presbiacusia en edad avanzada, y para su detección temprana es fundamental realizarse pruebas auditivas, como las audiometrías que evalúan el estado de la audición.
Es normal la pérdida auditiva a cierta edad, y es considerada como hipoacusia, la hipoacusia es la pérdida total o parcial para escuchar en uno o ambos oídos y la sordera es la pérdida total de la audición (anacusia) que ocurre en un oído o ambos.
Pero la pérdida auditiva no solo afecta a personas mayores, esta pérdida puede ser congénita, hereditaria o adquirida y puede afectar tanto a niños como adultos mayores.
Existen otros factores que pueden causar la pérdida auditiva, como los daños del oído interno, la perforación timpánica, la acumulación de cera, la infección en el oído (otitis) o tumores. En el caso de la sordera las complicaciones durante el parto, a consecuencia de rubeola materna, sífilis, hipoxia e ictericia, la exposición a ruido; también, algunas enfermedades, infecciones, tumores y el uso de medicamentos ototóxicos.
En el caso de presentar algún síntoma como hipoacusia (baja audición), zumbido o tinitus, sensación de oído tapado, vértigo, pérdida del equilibrio, dolor de oído, dificultades para seguir conversaciones, o molestias en lugares ruidosos, es importante visitar primero a un otorrino para que le entregue una referencia que indique el tipo de prueba que se le debe realizar al paciente, y proceder a realizar la historia clínica, otoscopia para realizar las pruebas correspondientes, estos resultados son entregados inmediatamente.
Nota de prensa y foto: Jean Carlos Gonzalez Remond