COVID-19; enemigo silencioso que pone a prueba las medidas de bioseguridad
Con la llegada de la COVID-19 a Panamá, el 9 de marzo de 2020, el sistema de salud panameño ha preparado un sinnúmero de alternativas para enfrentar la expansión del virus.
Para entender la evolución de este virus se utilizan las llamadas tasas de crecimiento o decrecimiento, que miden el tiempo de duplicación de los casos y el tiempo que estos tardan en reducirse a la mitad.
Otra variable a tener en cuenta es el RT (número de reproducción básico instantáneo), que mide el promedio de casos secundarios que puede infectar a una persona en un determinado tiempo.
Para que las otras variables no se disparen, la clave es vigilar de cerca el número de casos diarios, que únicamente puede obtenerse a través de pruebas PCR, de ahí la importancia de la denominada detección temprana.
En los últimos meses, la expansión del coronavirus a nivel mundial se ha ido incrementando vertiginosamente, las cifras de contagios diarios superan las expectativas de las autoridades de salud, hasta el punto de llegar a temer que en algún momento, el sistema sanitario pueda colapsar.
Panamá no escapa a esa realidad, con la apertura de algunas actividades económicas los indicadores reflejan que el RT o índice reproductivo efectivo de casos de la COVID-19, mostró un aumento significativo, ya que anteriormente era de 1.17 y ahora es de 1.24.
Ante este escenario, el Dr. Alex González, director ejecutivo nacional de los Servicios y Prestaciones en Salud de la CSS, dijo que observatorios internacionales habían vaticinado que en Panamá se iba a registrar un rebrote o un repunte de casos, aproximadamente entre los días 8, 9 y 10 de diciembre.
“Sin embargo, hemos visto que eso a empezado a ocurrir antes, ya ustedes han visto que a pesar de que hemos hecho masificación de pruebas, que el Gobierno, como parte de las estrategias de Estado, ha tratado de que se hagan más del diez mil pruebas diarias; evidentemente hay un repunte de los casos, y tenemos en estos momentos casi todo el país con un RT mayor de 1.0”, enfatizó el Dr. González.
Explicó que el RT es uno de los cuatro indicadores que ha establecido el Gobierno Nacional junto al Ministerio de Salud y la CSS, como parte de su responsabilidad como Estado para tratar de mantener la reapertura económica.
Mencionó que los otros indicadores están relacionados con los índices de letalidad, que actualmente en Panamá es de 1.9, por debajo del porcentaje a nivel mundial, cuyo promedio está en 2.4.
Los otros dos indicadores tienen que ver con la capacidad instalada, cuyo estimado es procurar mantener más del 20% de las camas hospitalarias para poder atender pacientes, y más del 15% de camas para pacientes críticamente enfermos, señaló.
El Dr. González aseveró que la CSS en conjunto con el Minsa ha estado aplicando estrategias para aumentar la capacidad instalada, y prueba de ello es la apertura para este año 2020 de más camas hospitalarias, cuyo incremento es del 211%, de la misma cantidad de camas que había para noviembre de 2019.
“Hacerle frente a la pandemia no es solo responsabilidad del sistema de salud, también debe existir un compromiso inherente de la población”
“Resulta que la población ha estado utilizando los espacios de apertura, no para trabajar, lo están usando para hacer cosas que no están bien, por ejemplo rompen las burbujas familiares, se reúnen con personas que no son las que conviven habitualmente con ellos y como tenemos un alto porcentaje de pacientes que son asintomáticos, probablemente estos jóvenes estén contagiándose entre ellos y lo peor es que están llevando el virus a sus casas”, destaco el Dr. González.
Ante esta situación, agregó que los recursos económicos no son finitos y a pesar de todas las estrategias planteadas por el sistema de salud y el Gobierno central, va a llegar un momento en que no van a tener instalaciones ni personal de salud para poder atender la gran cantidad de camas que están abriendo, si las personas no toman conciencia y ponen de su parte.
“Estadísticas de salud revelan que los jóvenes en edades de entre 20 y 49 años, son los que reportan el mayor número de casos, mientras que los de 60 años ó más registran el mayor número de defunciones” .
Por su parte el Dr. Gustavo Santamaría, director nacional de los Servicios en Salud de la CSS, detalló que en diez meses de pandemia, el personal de salud se ha mantenido en pie de guerra, atendiendo al pacientes que llega a los hospitales, “pero, el personal de salud además de estar agotado, también se puede contagiar y si nosotros formamos parte de ese contagio, la capacidad instalada disminuye”.
Enfatizó que es importante que la población tome conciencia y haga acciones, debido a que se ha visto relajaciones entre los jóvenes al organizar fiestas, y con ellas el consumo de alcohol, “y sabemos que una persona cuando está consumiendo licor, lo que menos esta es por tener la protección personal para sí mismo, se quitan la mascarilla, no se lavan las manos, conversan de cerca y el virus se transmite a través de los aerosoles o sea que los contagios son más”.
Aseguró que los jóvenes tienen la idea de que no se complican si se enferman por COVID, pero actualmente hay personas jóvenes, no solo complicadas sino que han fallecido por el nuevo coronavirus.
“Si tú te contagias y eres una persona asintomática, vas a regresar a tu entorno familiar y vas a llevar COVID a tus padres, hermanos, abuelos, vecinos y amigos; y este es un momento de hacer un alto y también de recordarle a los padres de familia, como cabezas del hogar, que ejerzan su autoridad”, menciono.
“Las personas deben tomar conciencia, respetar las burbujas familiares y deben entender que aún no existe un tratamiento o vacuna eficaz, ni mucho menos inmunidad de rebaño”
En tanto, la Dra. Gladys Guerrero, coordinadora nacional de Infecciones Nosocomiales de la CSS reiteró que en estos momentos la prevención es la mejor herramienta, ya que no existe otra medida que vaya a permitir controlar la pandemia; “estamos esperando la vacuna, tenemos que esperar hasta el 2021, tratamiento especifico no lo hay”.
Recalcó la Dra. Guerrero que las medidas de bioseguridad son fundamentales, como el lavado de manos, el uso de gel alcoholado, alcohol, la mascarilla y el distanciamiento físico.
“Quitarse la mascarilla, esa es otra costumbre que estamos viendo, la población piensa o tiene la percepción de que yo solo me pongo la mascarilla cuando yo cierro la puerta de mi casa y voy hacia afuera, el único momento que tu puedes estar sin mascarilla es cuando tú estás en tu burbuja del hogar, de las personas que viven contigo”, mencionó.
Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos, en quienes pueden causar desde un resfriado común hasta el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).
Nota: Pablo Solís
Fotos: Cortesía
Video: Melvin Zeballos