Enfermeras: «Gotas de sudor que llevan satisfacción»
Es verano, el sol está implacable, la temperatura supera los 35 grados y la humedad es de 57%. La misión es ir de casa en casa y concluir con la primera dosis de los pacientes adscritos al Sistema de Atención Domiciliaria Integral (SADI), residentes en Panamá Oeste.
Para alcanzar el 100% de la cobertura de ese grupo vulnerable hace falta aplicar 226 dosis a igual cantidad de pacientes encamados, y esa es la tarea de hoy, 2 de marzo. Desde la Coordinación Provincial de Enfermería de la Caja de Seguro Social (CSS), en Panamá Oeste, se hace la logística.
Catorce equipos, integrados por un asistente, enfermera, doctor, agente policial y un funcionario de la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental (AIG) se encargarían de la misión: concluir la vacunación de la primera dosis al grupo SADI residente en Panamá Oeste, en el que aparecen enlistados en total 834 pacientes.
Con tablillas de registro médico en mano, y en promedio 16 nombres de pacientes, cada equipo salía simultáneamente, con una ruta trazada, desde las policlínicas «Dr. Blas Daniel Gómez Chetro» (Arraiján) y «Dr. Santiago Barraza» (La Chorrera).
Las gotas de sudor en la frente aparecen poco a poco, es natural; cada uno lleva puesto un equipo de protección personal que aumenta la temperatura y la fatiga, pero el compromiso disipa la ansiedad.
«Son equipos que saben a qué hora entran pero no la hora de salida. Suben lomas, bajan lomas para llegar hasta el paciente; sin embargo, es satisfactorio porque es nuestra misión», comparte la jefa provincial de Enfermería, Margarita de Muñoz.
Para hoy, dice Muñoz, la tarea es terminar con ese porcentaje pendiente de su primera dosis,»sinceramente es una logística agotadora pero necesaria».
Del total de pacientes adscritos al SADI se logró inmunizar en su primera dosis al 72%. «Es un poco lento el proceso porque requiere la movilización a sitios que muchos no conocen, y existen largas distancias entre uno y otro», agregó la enfermera.
Uno de los inconvenientes que han encontrado es que cuando llegan, resulta que al paciente lo han movilizado a otras provincias; los familiares deciden no vacunarlo por temor, otros, lamentablemente, han fallecido o han cambiado de residencia.
«Aun con todo eso, las enfermeras están conscientes de que apenas estamos empezando el trabajo en general sobre la inmunización contra la COVID-19», dijo de Muñoz.
El proceso de vacunación incluye que cada paciente sea evaluado previamente por el médico que integra el equipo, y posteriormente esperar a que pase el tiempo reglamentario de 15 a 20 minutos para observar posibles efectos adversos.
En los pacientes adscritos en la ULAPS de Capira (79) y en San Carlos (101), ya se concluyó con el proceso de la primera dosis.
El equipo de Enfermería de Panamá Oeste se prepara para continuar con la segunda dosis, cerrar la Fase 1 de la vacunación e iniciar con la segunda Fase, que incluye vacunación en sitios fijos como lo son las escuelas (13).
Nota: Gilberto Soto
Foto: Javier Barrera