Vocación especializada y humana en el Hospital “Irma de Lourdes Tzanetatos”
Al celebrarse hoy, 12 mayo, el Día Internacional de la Enfermería, es importante resaltar que esta profesión ha jugado un papel importante a lo largo de la historia en el cambio de la salud pública.
En el transcurso de los años ha demostrado ser una labor que tiene blindaje científico, que requiere, además, de una infinita entrega humana.
En conmemoración de esta fecha, la enfermera Betzy Cartagena, jefa encargada de la Sala de Neonatología del Hospital «Irma de Lourdes Tzanetatos», manifestó que esta es una ciencia al cuidado de la salud del ser humano en cualquier etapa de su vida.
Desde que el bebé nace y a medida que crece, se desarrolla y se vuelve adulto, la enfermera juega siempre un papel relevante en cada una de estas etapas.
Es una labor que con el transcurrir del tiempo se ha ido especializando, pero nunca se ha perdido el humanismo, el carisma y se tiene presente las necesidades humanas del paciente, como compañía y una voz de aliento.
“En mi caso, el servicio de Neonatología, es una profesión que enamora, donde el personal que trabaja es humano y la enfermera neonatológa está comprometida de una manera especial con el recién nacido, este no pide, no exige. El amor a la profesión y a los neonatos dan buenos resultados”, dijo Cartagena.
Asimismo, la enfermera Kerine Rosales, supervisora administrativa de esta unidad ejecutora, indicó que la función de ellos, como cuidadores, implica la participación activa en la promoción, mantenimiento y recuperación de la salud; medidas preventivas para evitar la aparición de la enfermedad, su progresión o prevenir secuelas, asegurando la continuidad del cuidado.
Hizo mención en lo que ha representado esta labor durante la COVID-19, señalando que esta profesión en todo el mundo han dado un paso adelante y se han colocado en primera línea para combatir la propagación del virus.
Afirmó que ante la situación de emergencia, el profesional de enfermería se ha enfrentado a esta pandemia con tesón, valentía y coraje, atendiendo a ese paciente con quebrantos de salud, pero que tiene deseos de vivir.
Nota / Fotos: Zoraida Sánchez