Trastorno de déficit de atención e hiperactividad, condición de marcada notoriedad en los niños que lo padecen
Impulsivos, inquietos, distraídos, son algunas de las características que manifiestan ciertos niños los primeros años de su infancia.
A esta combinación de factores se le conoce como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, de naturaleza neurobiológica, que afecta el neurodesarrollo del niño; se trata de la incapacidad de concentrarse y mantener la atención en los detalles.
Comenta la Lcda. Ipxi Buitrago, psicóloga en la Policlínica «Dr. Santiago Barraza», que este trastorno comienza a presentarse más frecuentemente a partir de los tres años de edad.
Este trastorno, conocido anteriormente como trastorno por déficit de atención (TDA), cambia en 1987, al introducirse el término hiperactividad en su nomenclatura (TDAH).
Estos niños tienen una marcada diferencia entre un tipo y otro de déficit de atención, de los que existen tres tipos:
El niño con TDA inatento muestra:
- Falta de atención y concentración.
- Incapacidad de ser cuidadoso en los detalles.
- Inhabilidad para seguir instrucciones.
- Desorganización en sus tareas y actividades.
- Distracción en sus labores.
- Olvido al realizar las tareas de la escuela y las del hogar.
El niño con TDAH hiperactivo presenta:
- Constante movimiento de manos y pies.
- Dificultad para mantenerse sentado.
- Problemas para esperar su turno.
- Locuacidad excesiva.
- Poco control al dar sus respuestas, al jugar o durante el desarrollo de otras actividades.
Señala la psicóloga que es fundamental el papel que desempeña la familia y la escuela en el seguimiento que se les da a estos niños.
Entre ambas debe existir una comunicación constante y asertiva con la que se logren reforzar las conductas positivas, establecer reglas sencillas que puedan ser entendidas, de manera que se favorezca el desarrollo emocional y el cuidado de la salud mental del niño, reconociendo y potencializando sus cualidades.
El niño con este trastorno puede enfrentar situaciones que elevan su nivel de frustración ya que suelen no tener la habilidad de conservar la atención y regular su conducta, afectando el normal desempeño en las distintas áreas de su vida.
La Lcda. Buitrago expresa que estos niños, en ocasiones, presentan comportamientos hostiles y problemáticos como resultado de la poca tolerancia al fracaso.
En consecuencia, el padre de familia debe trabajar en:
-Cultivar los buenos hábitos y los valores como el amor, el respeto, la perseverancia y la tolerancia.
-Solicitar la ayuda docente para la organización e inclusión de temas que sean gratificantes en el aprendizaje del niño con este tipo de necesidades especiales.
-Alimentar la autoestima ya que se autoperciben como seres conflictivos y fracasados.
En la Policlínica «Dr. Santiago Barraza», en La Chorrera, el equipo de salud mental evalúa a los niños que padecen este trastorno y le brindan la atención de acuerdo a la necesidad.
La Policlínica «Dr. Manuel Ferrer Valdés» cuenta con un equipo multidisciplinario integrado por terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales, psicólogos y paidopsiquiatras.
Los padres que requieran del servicio pueden llamar a paidopsiquiatría 503-1700/08, extensión 371, para citas.
De igual forma, puede buscar ayuda en el Hospital de Especialidades Pediátricas «Omar Torrijos Herrera» y en el Complejo Hospitalario «Dr. Arnulfo Arias Madrid», en este nosocomio puede encontrar la especialidad de neurología, relevante para obtener un diagnóstico preciso mediante el encefalograma, que determinará su tratamiento y medicación.
Nota de prensa y foto: Eda Nereira